El Reino Unido está tratando de dar un empujón a su industria automovilística tras la entrada en vigor de los aranceles del 25% para los vehículos exportados a Estados Unidos. El Gobierno laborista ha anunciado que permitirá la venta de vehículos híbridos hasta 2035, cinco años más de lo previsto, y reducirá las multas a las empresas que incumplan con las cuotas mínimas de producción de coches eléctricos. Además, las marcas de vehículos de lujo, incluidas Aston Martin, Bentley o McLaren, podrán seguir fabricando coches con motor de combustión más allá de 2030, la fecha límite para el resto de fabricantes.
El primer ministro, Keir Starmer, ha destacado la importancia del sector de la automoción para la economía británica y ha lanzado un mensaje de compromiso con la industria en un momento de incertidumbre económica. “Nadie está fingiendo que los aranceles sean una buena noticia: Los gravámenes del 25% sobre las exportaciones de automóviles y del 10% sobre otros bienes son un enorme desafío para nuestro futuro y las consecuencias económicas mundiales podrían ser profundas”, ha asegurado en una visita este lunes a una fábrica del grupo Jaguar Land Rover (JLR). “Pero estamos aquí para lanzaros este mensaje: vamos a apoyaros hasta el final”, ha añadido.
Apoyo a la industria
La visita de Starmer y de la ministra de Economía, Rachel Reeves, ha tratado de escenificar el respaldo del Gobierno a JLR apenas unos días después de anunciar que paraliza temporalmente la exportación de vehículos a Estados Unidos. Starmer también ha lanzado un mensaje al resto de fabricantes con nuevas medidas de apoyo para el sector, el cual emplea a más de 152.000 personas en el país y aporta cerca de 19.000 millones de libras esterlinas (más de 22.000 millones de euros) a la economía británica.
Bajo la nueva normativa, las empresas de automoción británicas que incumplan con las cuotas mínimas de producción de vehículos eléctricos –de un 28% este año– ya no estarán obligadas a comprar créditos a otros fabricantes que sí superen esta cifra. Esto significa que no tendrán que pagar a compañías como la estadounidense Tesla o la china BYD, las cuales fabrican exclusivamente coches eléctricos. El Gobierno también ha reducido en un 20% las multas que las compañías deben abonar si no alcanzan la cuota mínima de automóviles eléctricos, las cuales pasarán de 15.000 libras por vehículo a 12.000.
Las medidas anunciadas por el Ejecutivo han provocado las críticas de organizaciones ecologistas y de partidos políticos como los Verdes, quienes acusan a los laboristas de aparcar sus objetivos climáticos. Pero el Gobierno ha señalado que estos cambios apenas tendrán un impacto en el volumen de emisiones y ha insistido en que mantiene su apuesta por la transición hacia los vehículos eléctricos. Starmer ha anunciado rebajas fiscales para la compra de este tipo de automóviles y nuevas inversiones para reforzar la red de cargadores, como parte de un paquete valorado en cerca de 2.300 millones de libras (2.600 millones de euros).
Incertidumbre global
El Gobierno británico está tratando de dar confianza a la industria en un momento de gran incertidumbre en el comercio global. Por ahora, Starmer ha evitado anunciar represalias a los aranceles del 10% impuestos por Estados Unidos y ha mantenido su intención de cerrar un acuerdo comercial con la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump. El primer ministro ha insistido, sin embargo, en que solo cerrará un pacto que sea beneficioso para los británicos y ha mostrado su voluntad de negociar al mismo tiempo acuerdos de libre comercio con terceros países, incluidos la India o Australia.
“Este es un mundo cambiante y completamente nuevo. Una era en la que las viejas suposiciones, que durante mucho tiempo se dieron por sentadas, simplemente ya no existen”, ha alertado Starmer. “Mantendremos la calma y lucharemos por el mejor acuerdo con EEUU, algo que hemos estado debatiendo intensamente en los últimos días. Pero también vamos a trabajar con nuestros principales socios para reducir las barreras al comercio en todo el mundo. Al igual que la construcción de automóviles, ese ha sido siempre nuestro legado, y no le daremos la espalda ahora”.