El petróleo profundiza en las caídas que ya sufrió la semana pasada, con lo que su precio ahonda en los mínimos de 2021. Este lunes, la cotización del Brent se deja más de un 2,5%, hasta la zona de los 63,8 dólares, mientras que el West Texas baja más de un 2,7%, hasta cotizar por debajo de los 60 dólares el barril. El Brent ha llegado a caer por encima del 4%.
Las crecientes tensiones entre Estados Unidos y China confirman los temores de los inversores de que está en marcha una guerra comercial mundial y han avivado los temores de una recesión, lo que reduciría la demanda de crudo.
La semana pasada, el Ministerio de Finanzas de China anunciaba que impondrá un arancel del 34% a todos los bienes importados de Estados Unidos a partir del 10 de abril como respuesta a aranceles impuestos por la administración del presidente Donald Trump, por los que gravará también con un 34% las importaciones procedentes de China.
Por su parte, Trump ha expresado tras los desplomes que están afectando al mercado en general que no desea «que nada caiga, pero a veces hay que tomar medicina para arreglar algo». «Tenemos un déficit comercial de un billón de dólares con China, perdemos cientos de miles de millones de dólares al año con China. Y, a menos que resolvamos ese problema, no voy a hacer un acuerdo«.
Aunque Trump ha excluido las importaciones de petróleo, gas y productos refinados de los nuevos aranceles, la guerra comercial puede avivar la inflación y desacelerar el crecimiento económico, pesando sobre los precios del petróleo. De hecho, el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, ya ha alertado de que los aranceles que está imponiendo el presidente estadounidense «provocarán más inflación y menos crecimiento».
«Si bien la incertidumbre sigue siendo alta, ahora se hace evidente que los aumentos arancelarios serán significativamente mayores de lo previsto. Es probable que lo mismo ocurra con los efectos económicos, que incluirán una mayor inflación y un crecimiento más lento. La magnitud y la duración de estos efectos siguen siendo inciertas. Si bien es muy probable que los aranceles generen, al menos temporalmente, un aumento de la inflación, también es posible que los efectos sean más persistentes», ha manifestado.
Además, la sorpresiva decisión de la OPEP+ de aumentar la oferta en mayo más de lo previsto ha echado más leña al fuego. En concreto, ha decidido avanzar en su plan para eliminar gradualmente los recortes de producción de petróleo y ha anunciado que añadirá al mercado 411.000 barriles por día en mayo. La cantidad supone bombear el equivalente a tres tramos mensuales de los previstos inicialmente.
Los analistas de ING destacan que los precios del petróleo «han tenido su peor semana desde octubre de 2023, con los activos de riesgo afectados por los aranceles recíprocos del presidente estadounidense Donald Trump y las represalias que hemos comenzado a ver».
«La magnitud de los aranceles, sumada a la decisión de la OPEP+, sorprendió claramente a los especuladores. Esto se refleja en la ferocidad de la liquidación del petróleo y en el hecho de que los especuladores aumentaron sus posiciones largas netas antes del anuncio de los aranceles el 2 de abril», explican.
Añaden que «la magnitud de la liquidación sugiere que el mercado está descontando una caída significativa de la demanda a medida que aumenta el temor a una recesión. Los niveles actuales de precios implican una caída de la demanda de aproximadamente 1 millón de barriles diarios durante lo que resta del año, lo que mantendría la demanda de petróleo sin cambios interanuales».
«Los precios del petróleo también siguen bajando, ya que los operadores estiman que la demanda se reducirá drásticamente, dadas las alarmantes señales para el comercio mundial», apuntan en Hargreave Lansdown.