Verstappen vencedor en Japón / EFE
Magistral es el calificativo de la actuación de Max Verstappen en el Gran Premio de Japón. La carrera no habrá merecido el madrugón para algún aficionado pero, a pesar de la ausencia de una batalla directa con adelantamientos, la victoria del holandés en Suzuka evidencia lo mucho que el tricampeón puede hacer con un monoplaza que, por el momento, claramente no es el mejor de la parrilla.
McLaren suma puntos, copa el resto de las plazas del podio y extiende su liderato en el mundial de constructores. Pero los de Woking son los grandes perdedores de la cita en Japón. Y lo son porque, a diferencia de Red Bull, disponen de dos pilotos capaces de ganar carreras que no ganan. Los cerebros del equipo papaya no fueron capaces de crear dos estrategias claramente cruzadas para batir a Max, ya fuera con Lando o con Oscar. Tampoco se atrevieron a seguir las sugerencias de Piastri para intercambiar posición con Norris e intentar atacar a Verstappen. Durante muchas vueltas se vio que el británico no podía superar al holandés.
La lucha fratricida más dura de la historia de la Fórmula 1 fue precisamente en esta pista con dos pilotos McLaren, cuando Japón era uno de los últimos grandes premios de la temporada. Aquí en 1989 Senna y Prost chocaron entre ellos luchando por la victoria y el mundial, lo que puso la guinda al cisma entre los dos compañeros. No sabemos si es por el miedo a abrir una brecha en el equipo, pero el buenismo de Piastri de no pasar por encima de un incapaz Lando, nos dejó sin saber si el australiano podría haber derrotado a Max.
Tal vez para McLaren, como declaró Andrea Stella, el fin de semana ha sido a pesar de todo positivo. Salen de Japón con el liderato en los dos campeonatos, con estabilidad en el equipo y con un coche que corre más que el resto. Pero el mundial es largo y podría invertirse la situación de la pasada temporada cuando McLaren acabó ganando el título de constructores a pesar de haber tenido un mal arranque. Red Bull empezó mal este fin de semana y puso los reglajes del coche patas arriba para sacar una pole por una décima que ha sido, a la postre, lo que les ha permitido ganar la carrera. Ya veremos si Max es capaz de darle la vuelta al rendimiento de su coche a lo largo del año. Si el Reb Bull vuelve a mugir con fuerza y Verstappen vuelve a tener un monoplaza claramente ganador, McLaren podría arrepentirse amargamente de no haberle dado este fin de semana a Piastri la oportunidad de ganar en Suzuka.

Celebración en el podio de Suzuka / AP