Alberto Núñez Feijóo reunirá en una misma mesa el próximo lunes a sectores afectados por los nuevos aranceles de Donald Trump (un 20% en el caso de la Unión Europea) y a consejeros de los gobiernos autonómicos del PP. El objetivo es analizar casos concretos del impacto que va a tener la guerra comercial abierta desde la Administración estadounidense y aportar “soluciones” y “vías de mitigación”, dicen en Génova. Los consejeros tienen el mandato de explicar las posibles acciones de las comunidades dentro de sus competencias. Y valorar las medidas que tendrían que llegar también desde el Ejecutivo central.
Al mismo tiempo, el PP acordó con el Gobierno dejar “un canal de comunicación abierto” tras el encuentro con el ministro de Economía, Carlos Cuerpo. La idea es mantener más conversaciones y los conservadores trasladarán -ya lo hicieron en parte en la reunión del jueves en el Ministerio- su punto de vista para el plan de respuesta. Los populares insisten en esperar al encuentro de Feijóo con sectores productivos y autonomías del lunes, pero reconocen que la idea que defenderán es que los créditos ICO y los avales anunciados “no son suficientes” y que se debe ir más allá.
Fuentes del PP reconocen que la vía de la fiscalidad siempre está abierta y que podrían inclinarse por pedir bonificaciones fiscales concretas para los afectados. Es una de las medidas de alivio que siempre ha defendido el PP en negociaciones de decretos anteriores para situaciones de crisis, como ocurrió en el primero de la DANA en el mes de noviembre.
Las ayudas directas, más allá de los créditos, también fueron una de las condiciones más repetidas por los populares y muy especialmente por su negociador, que también era el vicesecretario económico, Juan Bravo. En aquel decreto, por ejemplo, las ayudas por daños personales para afectados quedaron exentas de tributar en el IRPF y también se aplazó el segundo pago de la declaración de la renta hasta 2025. Son medidas que el PP siempre ha defendido y que habitualmente ponen de ejemplo, recalcando que las ayudas deben ser directas y las medidas “tener un efecto claro” en los bolsillos de los afectados.
En Génova muestran especial preocupación por la afectación que las tarifas adicionales de Estados Unidos va a tener en los sectores productivos y en las consecuencias que puede desatar una escalada proteccionista. Esa idea es una de las que Feijóo trasladó a los sectores convocados el lunes en la sede del PP por carta.
El líder de la oposición quiere mantener una postura de Estado ante esta crisis y, por eso, incidirá en que en este momento las “decisiones unilaterales” no tienen cabida, como tampoco contribuir a que haya más guerra arancelaria. Por eso, a pesar de defender que Europa tendrá que responder “proporcionalmente y sin tibieza”, Feijóo sigue pensando que hay que abrir el diálogo con Estados Unidos y revertir las decisiones anunciadas por Trump.
El otro objetivo es implicar a su partido en lo que denomina “una respuesta de país”. Ya lo hizo cuando pidió a Pedro Sánchez un plan de contingencia y que convocara a las comunidades autónomas. En la carta enviada a los sectores que se verán afectados por los aranceles insiste en que España “debe ofrecer una respuesta firme y consensuada que nos permita un apoyo real a los afectados, la búsqueda de nuevos mercados y el refuerzo de la autonomía estratégica y la soberanía energética a nivel europeo, pero también a nivel nacional”.
Una vez más las posiciones de PP y Gobierno están bastante cerca. El Ejecutivo da por hecho que contará con el apoyo del primer grupo de la Cámara para aprobar las medidas que prevé integrar en un decreto en el que movilizarán 8.000 millones de euros de los 14.100 anunciados por el presidente.
Ese decreto incluiría las dos nuevas líneas del ICO y otra más de la Agencia Española de Crédito a la Exportación (CESCE). Pero también plantea ayudas directas y facilidades para buscar nuevos mercados comerciales, algo que plantea igualmente Feijóo.