En los últimos años, las marcas chinas de automóviles han crecido en el mercado español. En 2024, triplicaron sus ventas en comparación con 2022, alzándose con una cuota de mercado del 6,5%. La tendencia a comprar coches chinos va a la alza, y aún más si son eléctricos, pero los grandes del sector ya se posicionan sobre ellas.
El CEO de Ford, Jim Farley, ya conocido por sus análisis sobre la industria del automóvil chino, ha vuelto a hablar, tras realizar un viaje a China donde ha quedado sorprendido por el valor con el que se comercializan estos vehículos: por debajo de los 10.000 dólares.
Jim Farley, CEO de Ford
Al vigilarlos de cerca, también ha encontrado su punto débil. Tras estudiar su fabricación, resalta, que el montaje es muy distinto. Trabajan con grandes módulos que incluyen el tren delantero y trasero, algo que imitarán en sus próximas creaciones porque el proceso es más sencillo y económico.
Farley, desmontó y analizó por completo un ‘BYD Dolphin’, uno de los modelos más populares de la marca, para sentenciar su punto débil: la eficiencia. El CEO de Ford considera que «la propulsión eléctrica de los BYD no es todo lo suficiente que debería», en cuanto a la batería, el motor y su regeneración.
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Hace ocho meses otro vehículo chino sorprendió a los ingenieros europeos por su simplicidad en el montaje, habían sustituido los soportes metálicos del salpicadero por un simple pegamento, porque en los eléctricos prácticamente no hay vibración.
Actualmente, la empresa Ford ha establecido una alianza un proveedor americano, una empresa estadounidense famosa por fabricar procesadores y tarjetas gráficas, especializada en movilidad eléctrica y eficiencia de baterías, para desarrollar vehículos más eficientes que compitan contra los eléctricos chinos.
