Fidelity: EEUU sufrirá "una traumática sacudida de estanflación" si aplica los aranceles

Es la visión de mercado de Max Stainton, estratega de Macroeconomía Global en Fidelity International.

«El anuncio del presidente Trump sobre los aranceles recíprocos el 2 de abril fue más severo de lo que esperaba el mercado. Según nuestros cálculos, sitúa los tipos efectivos de los aranceles estadounidenses en torno al 24%, niveles que no se veían desde principios del siglo XX. Si se aplican plenamente, supondrán una importante sacudida para el comercio global y presentan graves riesgos para el crecimiento mundial«, señala este experto

«Aunque el Secretario del Tesoro, Scott Bessent, mencionó que los tipos arancelarios serán probablemente un ‘tope’, y que podrían negociarse a la baja, creemos que la incertidumbre en torno a los tipos arancelarios definitivos y al proceso de negociación también afectará a la confianza de los inversores y frenará las perspectivas de inversión y consumo a escala mundial, acentuando los riesgos a la baja», añade este experto.

«Si se convierten en permanentes, cabe esperar que la inflación en EEUU alcance el 3,5% en verano y se mantenga en torno a ese nivel el resto del año. Desde el punto de vista del crecimiento, un tipo arancelario efectivo que se estableciera finalmente en el 20% significaría probablemente que EEUU se libraría por los pelos de una recesión, al tiempo que experimentaría una traumática sacudida de estanflación. Todo lo que vaya más allá probablemente suma a la economía estadounidense en una recesión cíclica», argumenta Max Stainton.

CUESTIONES CLAVE

A partir de aquí, según su valoración, las claves son los acuerdos que puede alcanzar EEUU los distintos países, si estos toman represalias y si la Administración estadounidense accede a rebajar las subidas arancelarias.

Porque «si grandes bloques comerciales como China y la UE deciden tomar represalias, el golpe al crecimiento estadounidense será mayor, pero también atenuaría algunos de los efectos de la inflación agregada», indica este experto.

Por otra parte, «si EEUU entabla negociaciones prolongadas con países e industrias que busquen exenciones a diversos aranceles, con algunos de ellos suspendidos y otros no, entonces se podría ver un escenario en el que los impactos de la inflación sean menos graves de lo que esperamos, pero debido a que persistiría una mayor incertidumbre, los efectos negativos sobre el crecimiento seguirían siendo grandes».

Según Max Stainton, «el escenario alcista de una marcha atrás general de la administración Trump sigue existiendo. Los mercados habían dejado de reaccionar ante las diversas filtraciones y anuncios previos al evento, aferrándose a la idea de que debíamos tomarnos a la administración Trump ‘en serio, pero no literalmente’. Este planteamiento ha resultado ser erróneo. ¿La reacción del mercado amilanará al gobierno estadounidense? Ya veremos».

APRIETOS PARA LA RESERVA FEDERAL

Las perspectivas de Fidelity para 2025 prevén un crecimiento en EEUU igual o inferior al 1%, con una inflación igual o superior al 3% para el resto del año. «Este cóctel de estanflación pone en un aprieto a la Reserva Federal, incapaz de recortar los tipos de interés de forma proactiva para apoyar el crecimiento porque los riesgos al alza para la inflación son demasiado grandes», señala este experto.

Su conclusión es que «si la Fed acaba recortando tipos este año, será porque la economía estadounidense ya habría entrado en recesión y la Fed tendría que ponerse al día relajando de forma reactiva».

Todo esto «no hace sino reforzar nuestra hipótesis de trabajo de que el Banco Central Europeo recortará los tipos más de lo que los mercados esperan actualmente para sostener el crecimiento. También es probable que cercene el incipiente ciclo de subidas de tipos del Banco de Japón«.

ASIGNACIÓN DE ACTIVOS

En lo que respecta a la asignación de activos, Matthew Quaife, responsable global de Inversión Multiactivos en Fidelity International, afirma que «las perspectivas de los activos de riesgo están ahora muy equilibradas. Somos conscientes de que el ciclo económico se ha movido al son de un crecimiento estadounidense por encima de la tendencia y que la economía mundial se encuentra en la fase media-tardía del ciclo, apoyada por la fortaleza del consumo estadounidense».

«Sin embargo», añade este gestor, «el aumento de la incertidumbre tras los anuncios del presidente Trump, junto con el deterioro manifiesto de las cifras de las encuestas económicas, exige cautela y un enfoque ágil de la asignación de activos. Las valoraciones suponen un obstáculo para la renta variable de gran capitalización y los activos mundiales de alto rendimiento».

Dentro de las inversiones en renta variable, su foco está «en reforzar la calidad a través de un enfoque selectivo por el que nos exponemos a acciones de baja volatilidad o a sectores que ofrezcan perspectivas de crecimiento superiores a la media y una relativa resistencia a los aranceles. Incluimos posiciones en bonos indexados a la inflación y oro para protegernos de los riesgos de estanflación».

«Muchas de estas posiciones ya han entrado en juego este año, dada la creciente incertidumbre, y seguirán siendo una parte importante del conjunto de herramientas de inversión en los próximos meses», concluye Matthew Quaife.

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