Avilés se ha convertido en el pulmón industrial e innovador de Asturias. La ciudad apostó hace una década por la innovación industrial, aunque ha sido en los últimos tres años cuando dio el salto definitivo con la apertura de los centros de I+D de grandes empresas asentadas en toda la comarca. Al cierre del ejercicio 2023, el ecosistema innovador que conforma el parque científico tecnológico «Avilés Isla de la Innovación», contaba con 355 investigadores vinculados a proyectos de I+D y 60 empresas adheridas al modelo.
Los economistas aseguran que la «microárea metropolitana» avilesina vive un momento de transición clave para la economía regional. Su apuesta por la innovación en los procesos y en la tecnología es la clave que aportan los responsables de las principales empresas del municipio para justificar el éxito del modelo desarrollado.
Los negocios del polo de la innovación avilesino representan, además, un amplio mix del tejido exportador: tecnología, metal, material eléctrico, ingeniería, sector de energías renovables, deporte, agroalimentación y hasta puertas cortafuegos, que son muestra del amplio tejido y la variedad de los productos que se fabrican y se venden al mundo desde las empresas avilesinas.
Los frutos de la colaboración público-privada que ha traído la apuesta de los gobiernos municipal y regional con la complicidad de las grandes empresas hacen que Avilés no sea solo el territorio que concentra el mayor número de centros de I+D+i empresariales y equipamientos tecnológicos de Asturias, sino que se haya convertido en un polo de atracción de talento industria y tecnológico a nivel mundial. La compañía de Defensa Escribano Mechanical and Engineering ha sido la última en sumarse y recientemente hacía pública su intención de «multiplicar» el personal de su centro en Avilés, situado en el edificio de La Curtidora, donde tiene previsto instalar «gran parte» o «la totalidad» de su actividad de I+D+i.
Según los datos correspondientes a 2023, el parque innovador de Avilés ocupa a 1.800 personas, de las que, como se ha dicho, 355 están vinculadas a proyectos de I+D. De ellas, 235 son hombres y 120 mujeres. De esas empresas, el 17% de ellas cuenta con grupos de investigación, un 13% son ingenierías, un 18% consultoras informáticas y un 13% empresas de tecnología industrial.
Y quienes participan de este ecosistema señalan a dos personas como el germen de lo que se ha creado en estos años: Nicolás de Abajo, máximo responsable de todos los centros de I+D de ArcelorMittal en el mundo, e Íñigo Felgueroso, director gerente de Idonial, actualmente en proceso de transformación para ser el centro tecnológico de referencia en el Principado. Ambos fueron quienes tuvieron esa visión estratégica y pusieron la semilla de lo que con el tiempo convertiría Avilés en territorio innovador con la creación, primero, de la «Manzana del acero», una infraestructura tecnológica de I+D+i clave y singular, que constituye un núcleo de referencia en el desarrollo de nuevos aceros, procesos y soluciones para empresas manufactureras y transformadoras en base acero. Es tan peculiar que ha situado a Avilés como referente nacional en infraestructuras de innovación.
Otro momento clave en el impulso a este ecosistema ha sido la creación de la Consejería de Ciencia e Innovación, que apostó por el modelo innovador avilesino y facilitó la creación de ocho centros de I+D de grandes empresas – que ya han llegado a diez en este momento–, con el aval de Idonial, convirtiendo el pequeño territorio comarcal en un referente de ámbito nacional y europeo por la concentración de investigación y talento. El último hito en el entramado de la I+D+i avilesina ha sido la Manzana del Talento, el proyectado espacio que albergará un centro de estudios industriales de posgrado, laboratorios de investigación, una aceleradora de empresas, acompañados de espacios para la estancia y residencia de emprendedores y personal investigador en el antiguo instituto de Valliniello.
El presidente ejecutivo de Asturmadi, Alfredo Suárez, que abrió hace pocos meses el centro de I+D+i de la empresa, sostiene que la tradición avilesina de la transformación del acero junto al desarrollo de las nuevas tecnologías aporta un escenario favorable para impulsar la innovación. Todo ello hace que Avilés sea «el gran centro de la innovación de Asturias, por estar muy pegados a la industria», sostiene.
Iñigo Felgueroso, director general de Idonial, defiende que Avilés ha sabido consolidar un ecosistema donde el binomio innovación e industria «han ido siempre de la mano, una fórmula que el tiempo ha demostrado ser exitosa». Y añade que, esa visión que se tuvo hace años, «fue acertada y posiciona al territorio y a sus empresas en una buena situación de cara al futuro, donde la combinación de las capacidades industriales y su tradición manufacturera con las nuevas tecnologías digitales serán claves a la hora de abordar los grandes retos tecnológicos que la sociedad demanda».
Algunas de las empresas que se acaban adhiriendo a la estrategia innovadora avilesina inician su andadura en La Curtidora, centrada en el apoyo e impulso de pymes y que se mantiene a la cabeza en el ranking global de viveros de empresas a nivel nacional que realiza cada año Funcas. Cumple este 2025 treinta años y, al cierre de 2024, había 140 empresas instaladas allí y avanzando en el camino innovador, con 23 nuevas incorporaciones solo durante el pasado ejercicio, además de otras 22 nuevas con oficina virtual, elevando al 81% la ocupación del espacio destinado a alquiler.
Otro elemento que refuerza el papel de Avilés como territorio innovador es el bautizado como Cluster del Conocimiento, que aglutina los centros de I+D de las grandes empresas asturianas y que tiene su epicentro en el municipio. Sus objetivos son fundamentalmente dos: convertir Asturias en un gran polo de innovación y reforzar alianzas entre empresas para colaborar y optar a grandes proyectos de alcance nacional e internacional. Sus inicios se remontan a mayo de 2023, con la participación de la tecnológica Satec-Hub, Idesa, Gonvarri; TKE, Windar Renovables, PMG, AdZ Tecnología y Aleastur, a las que se ha sumado la colaboración de la Universidad de Oviedo, además de otras firmas.
Luis Rodríguez-Ovejero, presidente de la multinacional tecnológica Satec, cree que Avilés ha sabido combinar, a lo largo del tiempo, su realidad y cultura con construir futuro. «La que fue una villa burguesa, puerto pesquero o mercado de la riqueza rural, en su evolución a lo industrial se encontró con la macro inversión de la siderurgia integrar lo que catapulto su importancia y vertebro su crecimiento y su presente. Con el devenir del tiempo, todo pasa y todo queda y Avilés hoy vuelve a ser una ciudad joven y emprendedora que acepta el reto de futuro: posicionarse en las nuevas industrias y los nuevos servicios. Esto es fruto del quehacer de sus gentes, en el buen hacer y la cultura industrial, con la dote de su entorno que sigue siendo burgués, pesquero, mercantil e industrial», afirma. Y ahora, añade, «aborda lo novedoso en industrias donde ya disfruta de una oportunidad: la generación de energía eólica; apunta a otras, ya con una significativa presencia como son las tecnologías de la información o apunta a las que vienen pegando fuerte como la industria de la defensa». Avilés tiene una gran oportunidad, a ojos de Rodríguez-Ovejero, en estos sectores de futuro. «Es un modelo de sociedad donde se ha logrado el reto del cambio y combina valores que potencialmente marcaran la diferenciación. Y no solo es un lugar para invertir sino un sitio para vivir», concluye.