«Vemos algo de luz al final del túnel». La frase, del alcalde de Aldaia, Guillermo Luján, resume en parte el sentir de los municipios afectados por el desbordamiento del barranco de la Saleta tras la reunión de este jueves con la Confederación Hidrográfica del Júcar, en la que se ha mostrado el estudio de integración paisajística del proyecto de acondicionamiento del barranco de la Saleta. Pero también se muestran cautela, como asegura Paqui Bartual, alcaldesa de Xirivella, o que «queda mucho camino por recorrer».
Luján afirmaba que tras las explicaciones expuestas en la reunión con «se demuestra que si el desvío del barranco de la Saleta hubiera estado construido en la dana el 29 de octubre, se hubiera aminorado mucho la afectación a Aldaia, Alaquàs y Xirivella, lo cual nos da la razón sobre la reclamación que llevamos haciendo durante 40 años».
El alcalde aldaiero ha avanzado que la semana próxima se expondrá el informe de integración paisajística del proyecto de desvío del barranco de la Saleta. «A partir de aquí, después de verano se licitarán la obras que, previsiblemente darán inicio en 2026, aunque en Aldaia, por nuestra experiencia en estos temas, preferimos ser cautos sobre las fechas». En este sentido, apunta que «la nota negativa para nosotros es que esto significa que esta obra, por desgracia, seguirá pendiente de ejecución de cara a la próxima temporada de danas, entre septiembre y noviembre de 2025″, lamenta Luján.
Apuntan también al Poyo
Pese a todo, el alcalde reconoce que «vemos algo de luz al final del túnel, aunque aún queda mucho camino por recorrer». Así, considera «una buena noticia que el proyecto se haya adaptado a las circunstancias de la devastadora dana del 29 de octubre. Asimismo, pedimos que también se agilicen las obras en el barranco de Poyo y todas las infraestructuras hidráulicas en nuestro entorno, porque la solución a las inundaciones tiene que ser integral».
Por su parte, la alcaldesa Paqui Bartual calificaba de «positiva» la reunión informativa al comprobar que definitivamente se pone en marcha un proyecto «muy reclamado». En este sentido, muestra «cautela» y «expectación» por la tramitación que todavía resta para ver el inicio de las obras.