Las bolsas mundiales son una vara de medir más que fiable para calibrar la repercusión de las medidas adoptadas por Donald Trump en lo que su Gobierno había bautizado como ‘Día de la Liberación’. Este jueves se empezarán a ver las consecuencias de los anuncios del presidente de EEUU tanto en los mercados de su país como en el resto del planeta.
Empezando por Australia y hasta el cierre de Wall Street de la próxima tarde-noche, el mapa que sucede a este párrafo irá mostrando cómo reaccionan los parquets a lo largo de la jornada.
A continuación repasamos sucintamente cómo han ido comportándose las bolsas de algunos de los países donde más estaba previsto que afectaran las medidas del líder de la Casa Blanca.
La Bolsa de Tokio registró una de las caídas más pronunciadas, con una apertura a la baja de más del 4%. Aunque posteriormente moderó las pérdidas, el Nikkei apunta a una caída cercana 3%. En Seúl, el Kospi también se vio afectado, perdiendo un 1,02%, mientras que la Bolsa de Sídney retrocedió un 1,14%.
La industria automotriz de Japón, de automóviles y sus componentes, es la que más ha estado en vilo ante lo que pudiera anunciar el presidente de Estados Unidos. Pero no ha sido la única. Otros potentes sectores productivos nipones, como la maquinaria y los sectores industriales, así como la electrónica, temían los efectos tanto en el Nikkei como en otros indicadores globales.
En China las caídas fueron más contenidas, aunque igualmente significativas. Hong Kong retrocedió un 1,61%, Shanghái un 0,57% y Shenzhen un 0,98%. En el parqué hongkonés, destacaron las fuertes caídas de gigantes tecnológicos como Alibaba (-5,86%), BYD (-4,55%) y Lenovo (-4,87%).
Las empresas chinas de electrónica y maquinaria, así como la automotriz y autopartes, y la manufactura en general, temían ser las más perjudicadas por los potenciales aranceles de Donald Trump, lo que hacía presagiar un impacto negativo en sus exportaciones a EEUU y competitividad.
Los sectores rusos de energía, metales y agricultura son los más vulnerables a los potenciales aranceles de Donald Trump en el «Día de la Liberación», lo que podría reducir significativamente sus ingresos por exportaciones a Estados Unidos.
Los parquets europeos estaban expectantes ante las posibles medidas que pudiera anunciar Trump. Las amenazas del presidente de EEUU habían alcanzado a compañías tan dispares como las de agroalimentación, las de automoción o la siderúrgica, así como las energéticas o las de telecomunicaciones. Muchas temían que los aranceles hicieran inviable económicamente la exportación a Norteamérica.
El sector del vino español temblaba tras las acometidas dialécticas de Trump, pero no era el único. Las energéticas esperaban ver en qué se concretaban los anuncios y cómo les afectaban en el Ibex, que se ha ido moviendo de forma fluctuante en lo que llevamos de año. La agroalimentación, también a la expectativa.
Cuando Trump inauguró su primer mandato, los mercados de su país lo recibieron prácticamente con vítores y unas subidas de récord. En la segunda parte, los parquets han sido mucho más volátiles al encajar los anuncios del dirigente republicano.
Vecinos no muy bien avenidos. Donald Trump ha puesto en el foco a Canadá desde que inició su segunda andadura en la Casa Blanca, lo que ha zarandeado varios sectores del país norteamericano. Los aranceles prometidos ya hace semanas al alumnio canadiense y a otras industrias por parte del jefe de la Casa Blanca han puesto los nervios empresariales canadienses a flor de piel.
Hablar de la relación entre Estados Unidos y México es hablar de inmigración y fuentes de energía. Aunque haya más factores e industrias implicadas y posiblemente afectadas, las mediadas de Trump tienen sobre todo en cuenta los dos factores iniciales.