La basílica del Pilar necesita ayuda. El que es el icono arquitectónico de la capital aragonesa y uno de los símbolos del catolicismo en el mundo ha iniciado un proceso de restauración que se prolongará en el tiempo con un objetivo, llegar al año 2040, año en el que se cumple el bimilenario de la Venida de la Virgen a Zaragoza, con el templo a punto y en perfecto estado de revista. No obstante, más allá de los proyectos y de las manos que ejecutarán las obras se necesita algo más: dinero. Y este martes la alcaldesa Natalia Chueca no ha cerrado la puerta a que el ayuntamiento colabore con el Cabildo.
Han sido los medios de comunicación los que le han preguntado a la regidora si el consistorio responderá a la llamada de auxilio del Cabildo, propietario del templo. El portavoz de la institución eclesiástica, José Antonio Calvo, ha expresado en más de una vez que la Iglesia necesitará la colaboración de entidades «tanto públicas como privadas» para poder hacer frente a la restauración. ¿La respuesta del consistorio? «Sin duda», ha afirmado.
«No somos ajenos a lo que ha sucedido este fin de semana y estaremos en la colaboración para poder ayudarles en la rehabilitación», ha dicho Chueca, en referencia a la caída de un trozo de pintura de una de las cúpulas del Pilar pintadas por Francisco Bayeu.
Según ha justificado, la basílica del Pilar «es uno de los focos de atracción más importantes que tenemos en la ciudad de visitantes y turistas y, por lo tanto, de riqueza». Chueca ha desvelado además que el ayuntamiento ya está «en conversaciones» con el Cabildo para los actos que se organizarán en 2040 con motivo del bimilenario. «Llevamos toda la vida colaborando y somos, además, vecinos», ha añadido la alcaldesa.
La Venida de la Virgen
Chueca ha opinado además que la ciudad debe celebrar esa efeméride «como se merece» y una «parte importante será rehabilitar el patrimonio». Según la tradición católica, la virgen se apareció en carne mortal en Caesaraugusta en el año 40 d.C. para alentar al apóstol Santiago, al que dejó una columna de jaspe como símbolo de la firmeza de la fe cristiana. De las declaraciones de Chueca se extrae que la ciudad se volcará con el 2.000 aniversario de este acontecimiento, para el que todavía quedan 15 años.
Hasta ahora, el ayuntamiento se ha implicado en la reforma del templo ofreciendo medios técnicos y asesoramiento jurídico a los responsables del Cabildo. Los Bomberos de Zaragoza, con sus drones y sus grúas, han ayudado en las inspecciones realizadas en las torres para realizar un diagnóstico de su estado después de que se desprendieran cascotes desde la estructura hace tres años, lo que evidenció la necesidad de una restauración.
En estos momentos ya están en obras las dos torres que dan a la plaza. La reforma de estos dos elementos va a suponer una inversión de más de 2,1 millones de euros, una cantidad que el Cabildo sufragará «gracias a las donaciones de los fieles», declaró a este diario el portavoz de la institución eclesiástica el pasado mes de enero.