Los operarios de la estación de Valgrande ya han comenzado a desmontar la red de cañones de nieve, una medida que deja entrever que la temporalmente cerrada instalación invernal ha iniciado el descenso hacia la definitiva clausura de la campaña, prevista oficialmente para el 20 de abril. Los problemas se acumulan mientras el Principado sigue enfrascado en un hasta ahora atascado proceso para cubrir las bajas del director y del jefe de explotación, trabajador este último muy cuestionado por las asociaciones de usuarios y por los peritajes externos de seguridad.
La desactivación de los cañones no conlleva por sí misma un gran cambio en las pesimistas expectativas que tienen los usuarios ante el regreso a las pistas esta temporada. Y es que solo una veintena de los 78 tubos de innivación de que dispone Pajares están operativos. El resto se encuentra averiados. Las fuentes consultadas por este diario señala que se trata de problemas menores, relacionados principalmente con falta de mantenimiento y reposición de piezas. El problema, señalan los conocedores de la estación, guarda relación con el cambio en los procesos de compra, que impiden poder realizar pedidos pequeños de firma ágil. El resultado es que el circuito de cañones ha quedado prácticamente inutilizado. A esta traba burocrática se suma que recientemente se ha dañado la tubería que alimenta de agua la red de cañones.
«Lo que sucede con la red de cañones no es más que una muestra de la desatención que sufre una estación que tras las inversión realizada debería tener un gran futuro», señalan agentes de la estación. Cuando Valgrande-Pajares estrenó a finales de 2022 su nueva telecabina tras una inversión de 9,7 millones de euros, pocos usuarios hubieran presagiado los complicaciones que estaban por venir. La campaña pasada fue la falta de nieve y esta temporada el contratiempo gira en torno a los problemas surgidos con el jefe de explotaciones, cuya peritada falta de capacitación para el cargo ha puesto la estación patas arriba, con concesionarios, clubes, vecinos y hostería posicionados a favor de un director que ha terminado enfermo y de baja tras asumir una carga de trabajo que se traduce en más de 500 días de descanso sin disfrutar en los últimos años.
La atención en Pajares está puesta ahora en el proceso iniciado por el Principado para cubrir temporalmente –en comisión de servicios– la baja del director y del jefe de explotación. En el caso de este último, sólo una persona se presentó. El Principado ha confirmado que su incorporación ha sido rechazada por un cumplir los requisitos. En el entorno de la estación no se pone en duda la decisión, pero sorprende que el informe para desechar a este trabajador lo haya firmado la misma consultara que lleva años apuntando que el jefe de explotación no está cualificado para el cargo. En concreto, las empresas técnicas que operan en la estación expresaron repetidamente su preocupación por los riesgos en el transporte por cable y, a petición de la Consejería, se emitió un informe que resultó ser desfavorable para el coordinador de remontes, si bien nunca se tramitó expediente alguno. «Si lo que dicen las consultoras para rechazar a quien ahora se presente al cargo es válido, también debería haberlo sido antes», apuntan usuarios de la estación.
En Pajares hay otros dos trabajadores que en teoría podrían estar capacitados para asumir la responsabilidad de controlar la seguridad de los remontes. El Principado les ha ofrecido asumir esta importante responsabilidad para poder reabrir así la estación. Se han negado, ya que en su momento fueron denunciados por «usurpación de funciones» tras haber asumido esta tarea, entrando en conflicto con el cuestionado jefe de explotación. Estos empleados, según pudo saber este diario, son muy respetados por los usuarios y acumulan, al igual que el director, centenares de días de descanso sin disfrutar.
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