El detenido por amenazar de muerte al president Carlos Mazón a través de redes sociales no es la única persona que estaría vertiendo comentarios violentos contra el jefe del Consell por la vía digital. Así lo aseguran fuentes de la Generalitat, que indican que se han puesto en conocimiento de la Policía Autonómica otros casos similares para que investiguen si son constitutivos de delito. El nivel de estas amenazas, añaden las citadas fuentes, ha obligado a incrementar los protocolos de seguridad del president por recomendación de su propio equipo de escoltas.
La vicepresidenta y portavoz del Consell, Susana Camarero, ha confirmado tras la rueda de prensa posterior al pleno semanal que estos otros incidentes están en manos de las fuerzas del orden, que «deberán determinar en su investigación» el alcance de los mismos. La popular ha condenado este tipo de actuaciones violentas y ha cuestionado el silencio de la delegación del Gobierno, a quien ha acusado de no emitir el habitual comunicado sobre la detención de esta persona.
Camarero ha expresado su «sorpresa» por que la delegación del Gobierno «no haya comunicado esta detención, que se produjo el 27 de marzo, a pesar de que la delegada (Pilar Bernabé) tiene todos los días la posibilidad de informar». La portavoz ha apuntado que esta información «tiene efecto disuasorio» y «evita que se normalicen amenazas», y ha recorado que se ha hecho así en casos similares recientes como el de Ione Belarra o Reyes Maroto.
Para Camarero, «no es admisible la situación política que estamos viviendo». «El discurso de odio genera odio», ha señalado en alusión a cargos de la izquierda, a quienes ha reprochado que «la diferencia política no es excusa para la violencia». «Hay que medir lo que trasladamos los cargos públicos a la ciudadanía, porque los inusltos, las amenazas y el acoso pueden provocar desafección, odio y enfrentamientos».
Un ejemplo de la tensión actual se vivió en la reciente visita de Mazón a las Gaiates de Castellón, en la que el president tuvo que cancelar parte de su agenda por presencia de manifestantes que este martes Camarero ha elevado a «grupos violentos organizados».
La portavoz ha admitido que se suspendió uno de los actos de Mazón por «consejo de los servicios de seguridad». Según ha señalado, el president «intentó ir y continuar su agenda», pero «por prudencia» se optó por seguir la recomendación de su escolta. «Sembrar odio va en contra de todos», ha resumido.
Con todo, ha esquivado equiparar esto con lo sucedido el 3 de noviembre en Paiporta, cuando Pedro Sánchez canceló también la visita por motivos de seguridad. «Decir que Sánchez huyó de Paiporta y nunca ha vuelto a pisar la zona afectada es un hecho objetivo. Dar un dato objetivo no es frivolizar», ha afirmado cuestionada por ese posible paralelismo y por las fuertes críticas del Consell y el PPCV a esa decisión de Sánchez.