Muy mala suerte tuvieron en Santiago de Chile las finales tanto masculina como femenina. Primero se anunció la cancelación de la final masculina por enfermedad de Stupaczuk y posteriormente se suspendió por culpa de la humedad la final femenina cuando justo había arrancado el tercer set (4-6, 7-6 (5) y 15-15. Una pena.
Se inició la final femenina en la que salieron más enfocadas Gemma Triay y Delfi Brea, pareja que llegó a la final con mejores sensaciones en la que era la tercera final con las mismas protagonistas. Antes las mismas parejas se habían batido en las finales de Gijón y Miami ganando ambas la dupla hispano-argentina después de remontar en ambas ocasiones un primer set en contra.
Las número dos del mundo empezaron la final con una declaración de intenciones rompiendo el servicio de sus rivales nada más arrancar el partido. Si bien es cierto que en el quinto juego las número uno lograron equilibrar de nuevo el marcador, una nueva rotura de Triay y Brea puso un peligroso 4-5 en el marcador y certificaron el primer set tras un juego a su servicio en blanco. En 45 minutos habían conseguido el primer objetivo.
Espectadores de lujo
Con Alejandro Galán como espectador de lujo una vez ya se sabía campeón después de que Juan Lebrón y Franco Stupaczuk renunciaran a jugar la final por enfermedad del jugador argentino, arrancó la segunda manga. También el Lobo optó por desplazarse a la grada de la pista central del complejo de San Carlos de Apoquindo
Ari y Paula estaban obligadas a reaccionar si querían optar a la corona y de entrada salieron con una marcha más con Paula sacando a relucir su famoso remate con esa zurda imparable y siguiendo otro guion en la pista.
Con ello, lograba la dupla española un 3-0 que les daba alas de cara a luchar por la remontada. Se sentaban al banquillo con un rictus muy diferente en sus caras y Claudio Gilardoni aprovechó para darles algunas instrucciones y así poder encontrar soluciones ante el juego de sus rivales: «A veces menos es más», les recordaba.
La presión llegaba del lado de Gemma y Delfi y con ello lograban reordenar de nuevo el set con un juego en blanco al resto. Increíble la reacción de las número dos para poner un 3-3 muy preocupante para Ari y Paula.
Las sensaciones en la pista eran muy diferentes en los dos lados de la red. Delfi y Gemma, vestidas de rosa, se mostraban seguras, concentradas y con un pádel de ataque, agresivo y a la vez muy eficaz, consiguiendo varias bolas inalcanzables por unas Ari y Paula más desordenadas, teniendo que tirar mucho de defensa para buscar esa resiliencia que tanto les caracteriza.
Ari Sánchez durante la final de Santiago / Premier Padel
Y las sensaciones se tradujeron en un break de Triay y Brea que puso un 4-5 prácticamente definitivo. Pero con las número uno delante nunca se puede dar un partido por finiquitado. Debes ganarlo una y otra vez y, si no, que se lo pregunten a Delfi y Gemma que encajaron un contrabreak cuando sacaban para ganar el título.
Ari y Paula llevan el partido al tercer set
El público quería más pádel y apoyaba a las número uno para poder vivir un tercer set. Más emoción imposible. Con dos nuevas roturas tras el 5-5, se llegó al tie break para definir el segundo set. Y vaya si lo definieron. Ari y Paula lograban empatar el partido mostrándose inconmensurables. Cambió el estado de ánimo en el banquillo de Gilardoni, emocionado con lo que acababan de lograr sus pupilas a quienes les dio nuevas instrucciones y animó a salir a por todas.
Todo lo contrario sucedía al otro lado donde Rodri Ovide intentaba subir el ánimo a sus jugadoras para que no se vinieran abajo después de tener tan cerca el triunfo y ver cómo se desvanecía y verse obligadas a jugar un tercer set.
Se suspende el partido
La humedad se convirtió en la protagonista de la final, y tras un par de resbalones, las jugadoras salieron de la pista y pidieron la presencia del supervisor para que comprobara el estado de la misma. Tras unos minutos de intriga, el juez árbitro anunció la suspensión del partido. Otra decepción para un público que pasó de la ilusión de ver un tercer set a abandonar las gradas.