F-35 Lightning II: ¿Habrá más pedidos este año?

El futuro de las compras del F-35 este año estará determinado por factores técnicos, decisiones presupuestarias y tensiones internacionales en evolución.

El programa F-35 enfrenta avances y obstáculos al inicio de 2025

El F-35 Lightning II, fabricado por Lockheed Martin, continúa siendo uno de los programas de defensa más costosos y ambiciosos en el ámbito global. Diseñado como caza furtivo de quinta generación con funciones de superioridad aérea, ataque a tierra y guerra electrónica, el avión permanece en el centro del debate estratégico a medida que avanza 2025.

Durante el inicio del año, Lockheed Martin mantuvo un ritmo de producción constante, alcanzando 156 unidades anuales en su planta principal en Fort Worth, Texas. Sin embargo, el progreso se vio limitado por retrasos en la implementación del paquete Technology Refresh 3 (TR-3), esencial para mejorar los sensores y el procesamiento de datos del avión. Esto llevó al Pentágono a detener temporalmente las entregas de las versiones más recientes, generando un stock acumulado sin aceptación formal.

A principios de 2025 se reportaron avances en las pruebas de TR-3, lo que podría permitir reanudar las entregas a gran escala antes de fin de año. Esta reactivación es crucial para abrir la puerta a nuevas órdenes, tanto por parte de Estados Unidos como de clientes internacionales.

La pregunta sobre si habrá más pedidos este año se mantiene abierta, condicionada a la evolución técnica del programa, las decisiones presupuestarias y la respuesta de los compradores actuales y potenciales ante un entorno global volátil.

Reducción presupuestaria limita adquisiciones de F-35 en EE. UU.

Un F-35B Lightning II y un helicóptero Chinook compartiendo la cubierta del HMS Prince of Wales en octubre de 2024. (Crédito de la imagen: Crown Copyright)

Estados Unidos, como principal cliente del F-35, enfrenta restricciones presupuestarias que han impactado sus proyecciones de compra. La Fuerza Aérea estadounidense planeaba adquirir 48 unidades de la variante F-35A para el año fiscal 2025, pero recortó esta cifra a 42 unidades por problemas técnicos y financieros.

El borrador del National Defense Authorization Act (NDAA) 2025, aprobado a fines de 2024, estableció un tope de 48 aviones en total para las tres variantes (F-35A, F-35B, F-35C), reflejando la preocupación legislativa ante los retos de sostenimiento y disponibilidad.

Este límite podría ser flexibilizado si el Pentágono demuestra mejoras en la preparación operativa. Lockheed Martin y el F-35 Joint Program Office han mostrado confianza en que el coste por hora de vuelo puede reducirse a 25.000 dólares antes de finales de 2025, lo que fortalecería los argumentos para incrementar las compras.

El desarrollo del TR-3 sigue siendo el factor clave. La reanudación fluida de las entregas es indispensable para justificar cualquier expansión en los pedidos del F-35 dentro del presupuesto federal estadounidense.

Factores que condicionan nuevos pedidos del F-35 en 2025

  • Retrasos en el paquete de actualización TR-3.
  • Reducción del número de aviones solicitados en el presupuesto 2025.
  • Límite impuesto por el NDAA a 48 unidades anuales.
  • Stock acumulado de aviones producidos pero no aceptados.
  • Objetivo de reducir el costo por hora de vuelo a 25.000 dólares.
  • Necesidad de mejorar la disponibilidad y sostenibilidad operativa.

Los aliados mantienen sus compromisos pero sin nuevos pedidos previstos

Concluye el Ejercicio Pitch Black 2024 en Australia
Los F-22A Raptors de la Fuerza Aérea de EE. UU. asignados al 27.º Escuadrón de Cazas Expedicionarios junto con los F-35A Lightning II de la Real Fuerza Aérea Australiana del Escuadrón N.º 75 y un avión de transporte cisterna multifunción KC-30A del Escuadrón N.º 33, demuestran una demostración de fuerza al realizar una caminata de elefantes en la Base RAAF Tindal, Australia, el 31 de julio de 2024. (Fotografía de la Fuerza Aérea de EE. UU. por el Sargento de Estado Mayor Spencer Tobler)

Entre los socios internacionales del programa F-35, Canadá formalizó en 2023 la compra de 88 F-35A para sustituir sus CF-18, con entregas a partir de 2026. Finlandia, por su parte, firmó en 2021 la adquisición de 64 unidades dentro de su programa HX, con entregas previstas desde 2025. Ambos países han reafirmado sus planes, pero no han anunciado intenciones de ampliar sus pedidos este año.

En el Reino Unido, operador de la variante F-35B, las entregas han sufrido retrasos por los problemas de TR-3. Aun así, Londres mantiene su meta de lograr capacidad operativa plena en 2025, aunque condiciona cualquier adquisición adicional a la resolución de los actuales inconvenientes técnicos.

Rumania firmó en noviembre de 2024 un contrato por F-35A valorado en 6.400 millones de dólares, con entregas planificadas desde 2034. Aunque no se descartan ajustes, no se anticipan anuncios adicionales en 2025. India recibió una oferta para adquirir F-35 durante una visita diplomática en febrero, pero la propuesta está en fase preliminar.

En contraste, Portugal ha mostrado reservas sobre el programa, preocupada por la dependencia tecnológica de sistemas estadounidenses. Polonia y Noruega, ya comprometidos, no prevén ampliar sus flotas este año.

Turquía podría reactivar su participación en el programa F-35

Uno de los escenarios más relevantes para 2025 es la posible reincorporación de Turquía al programa F-35. Excluida en 2019 tras la compra del sistema ruso S-400, Ankara había encargado 30 unidades. En marzo de 2025, una conversación entre los presidentes Trump y Erdogan abrió la puerta a un posible acuerdo para su reingreso, condicionado a que Turquía renuncie al sistema S-400.

Un F-35A Lightning II de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, asignado al 495º Escuadrón de Cazas de la Real Fuerza Aérea de Lakenheath, Inglaterra, aterriza por primera vez en la Base Aérea de Souda, Grecia, el 7 de julio de 2022. El avión de quinta generación participará en el ejercicio Poseidon’s Rage, en un esfuerzo por reforzar la preparación e interoperabilidad entre Estados Unidos y Grecia. (Foto de la Fuerza Aérea de EE.UU. por la sargento técnico Rachel Maxwell)

Si se concreta este acercamiento, Turquía podría reactivar o incluso ampliar su pedido inicial, lo que representaría un avance significativo para el programa y marcaría un giro en las relaciones bilaterales con Estados Unidos.

Esta posibilidad, aunque aún incierta, podría convertirse en uno de los factores más importantes en las proyecciones de ventas del F-35 este año. La decisión dependerá de variables políticas, estratégicas y de cumplimiento de compromisos por parte del gobierno turco.

Un regreso de Turquía al programa también tendría impacto en la estructura de producción y mantenimiento, ya que empresas turcas formaban parte de la cadena de suministro antes de su exclusión.

El panorama global condiciona el futuro inmediato del F-35

La guerra en Ucrania y el aumento de tensiones con Rusia han llevado a los miembros de la OTAN a priorizar el refuerzo de sus capacidades de defensa aérea. En este contexto, el F-35 se considera un activo estratégico gracias a su tecnología furtiva y su interoperabilidad.

F-35 de EE. UU., Japón y Australia entrenan juntos
De izquierda a derecha, un F-35A de la Real Fuerza Aérea Australiana, un F-35A Lightning II de la Fuerza Aérea de EE. UU., un F-35A de la Fuerza de Autodefensa Aérea de Japón y un F-35B Lightning II del Cuerpo de Marines de EE. UU. vuelan juntos sobre el área de responsabilidad del Comando Indo-Pacífico de EE. UU. durante el ejercicio Cope North 2025, 7 de febrero de 2025. (Foto de la Fuerza Aérea de los EE. UU. por el Sargento Caleb Roland)

No obstante, las recientes políticas de la administración Trump, como las presiones económicas sobre aliados, han generado cautela en algunos gobiernos. En países como Canadá o Portugal, han surgido dudas respecto a una excesiva dependencia de la tecnología estadounidense.

Una de las especulaciones ha girado en torno a un supuesto “interruptor de apagado” en el software del F-35 que permitiría a EE. UU. desactivar remotamente las aeronaves. Aunque el Pentágono ha desmentido categóricamente esta posibilidad, las preocupaciones han influido en la evaluación de alternativas europeas como el Eurofighter o el Saab Gripen.

El precio del F-35 sigue siendo elevado. Cada unidad cuesta alrededor de 85 millones de dólares, y el coste total por avión, considerando mantenimiento e infraestructura, puede superar los 150 millones. La vida útil del programa se estima en más de 1.7 billones de dólares, lo que obliga a Lockheed Martin a asegurar ventas internacionales para mantener su viabilidad financiera.

En resumen, 2025 podría registrar nuevos pedidos del F-35 si se solucionan los desafíos técnicos y si se logran avances diplomáticos clave, como con Turquía. Sin embargo, las órdenes serán probablemente limitadas, reflejando un entorno de cautela presupuestaria y geopolítica. La evolución del programa este año será determinante para su sostenibilidad a largo plazo.

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