Dolor, mucho dolor, en la capilla ardiente instalada en el municipio asturiano de Villablino, a donde este martes llegaron los féretros de cuatro de los cinco fallecidos en la explosión de gas grisú de la mina de Cerredo (Degaña). Son Jorge Carro, de 33 años y de Sosas de Laciana; Rubén Souto, de 49 años y de Caboalles de Abajo; Amadeo Bernabé Castelao, de 48 años y de Villaseca; e Iván Radio, de Orallo. El quinto muerto es David Álvarez, de 33 años y de Bembibre. «¡Ay, mi niño!», gritó abatida una de las familiares nada más entrar en la capilla ardiente.
Allí se escucharon testimonios desgarradores. «Estaba como loco con su niño de 2 años», dijo una vecina llorando sin parar por Jorge Carro, una de las cinco víctimas, de tan solo 33 años. «Amadeo me llamó hace unos días y hablamos de las ganas que tenía de jubilarse», contó abatido un primo de Amadeo Bernabé, de 48 años. Sonia es amiga de la mujer de Rubén Souto, de 49 años: «Ahí abajo nadie baja por gusto. Mi padre iba con canario. ¿No ha cambiado nada? No sabes qué decir, buscas responsables, se junta la pena con la rabia. Ahora van depurar responsabilidades, ¿y qué? ¿Nos los devuelven?«.
José Luis Real es de Caboalles, el pueblo de Rubén Souto. Eran amigos desde la infancia y su padre también murió en la mina: en el pozo María en el 79. «Lo vuelves a revivir todo…«, dijo, sin tener palabras para más. «Esto es una película de terror que no acaba nunca. Eran chavales muy conocidos en el pueblo, activos. Los veías por Villablino permanentemente con familias muy grandes y unidas», manifestó la vecina Pili Carrasco. «Es un jarro de agua fría. Es algo que nunca te esperas y menos ahora. Esto sacude a todo el pueblo», reconoció Mercedes Fisteus, teniente de alcalde de Villablino.
Por la capilla pasó una multitud. Protección Civil pidió que el pésame fuese «rápido», puesto que las familias estaban «muy afectadas». Hasta Villablino viajó este martes el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco; la delegada del Gobierno de Asturias, Adriana Lastra; la consejera de Transición Ecológica del Principado, Belarmina Díaz; el delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen; y el consejero de Medio Ambiente de Castilla y León, Juan Carlos Suárez Quiñones, entre otras autoridades. En el exterior del polideportivo se celebró un minuto de silencio que se hizo una eternidad.
Tras volver a trasladar todo su «cariño» y «las condolencias del Gobierno de España» a los familiares de los cinco fallecidos, Adriana Lastra aseguró que la evolución de los cuatro heridos es «favorable». «Hay dos en la UCI del HUCA, pero parecen estables. Los otros dos están en planta y sigue estables. Esperamos su pronta recuperación», indicó.
Sobre la investigación, Lastra avanzó que «esta misma semana se desplazará el equipo especializado en explosiones de La Coruña (de la Policía Judicial)». «La hipótesis con la que trabajamos es la de una explosión de grisú, pero tenemos que saber por qué. La mina tenía diferentes permisos, pero ninguno de ellos para la explotación de carbón«, explicó. La empresa Blue Solving, a la que pertenecían los cinco fallecidos y los cuatro heridos, «tenían un permiso para una investigación y para ese piso de la mina (el tercero, en el que ocurrió el accidente) para la recogida de materiales: chatarra, cuadros eléctricos…», señaló Lastra.
La mina, cerrada
Según la delegada del Gobierno, la mina de Cerredo «está clausurada desde ayer». Y no solo el piso tercero, donde tuvo lugar el fatal accidente, «sino toda la mina, en tanto en cuanto se clarifique las circunstancias de la explosión y se depuren las posibles responsabilidades».
La consejera de Transición Ecológica, Industria y Comercio del Principado, Belarmina Díaz, también habló desde la capilla ardiente de Villablino: «Estamos rotos. Sentimos mucho su pérdida y estamos absolutamente consternados». «Ayer mismo empezó la investigación. La empresa tenía dos tipos de permisos. Para la zona en la que se produce el accidente tenía un permiso de retirada de material. En el piso tercero (donde se produjo la explosión) pueden retirar material, chatarra, vías y cuadros metálicos si las condiciones de seguridad de la mina lo permiten. El permiso vencía el 11 de abril de 2024″, explicó la Consejera.
Según manifestó Belarmina Díaz, el Principado había hecho una inspección en la mina de Cerredo el pasado mes de septiembre. Fue una inspección «rutinaria y no se detectó nada», aseguró. «Estaba todo en regla», apostilló Lastra. «A partir de ahí hay una investigación abierta, en la que va a colaborar la Policía Judicial de La Coruña y, por supuesto, hay una investigación minera», concluyó la consejera.
El quinto fallecido en la mina de Cerredo es David Álvarez, de 33 años y de Bembibre. Su funeral se celebrará esta tarde, a las 18.00 horas, en la iglesia de San Benito, en Torre del Bierzo. La despedida a los cuatro muertos de Villablino tendrá lugar mañana miércoles y la misa será presidida por el obispo de León, Luis Ángel de las Heras.
La mayor tragedia minera en casi 30 años
La minería asturiana registró este lunes en una explotación de la localidad de Cerredo su mayor tragedia en casi 30 años: cinco trabajadores fallecieron y otros cuatro resultaron heridos (tres de ellos graves) a causa de una explosión de gas grisú, según las primeras hipótesis de los investigadores. Los cinco fallecidos, de entre 33 y 54 años, eran leoneses, y cuatro de ellos residían en pueblos del municipio de Villablino, muy cercano a la mina de Cerredo, en el suroccidente del Principado. La explotación de carbón fue reabierta por la empresa asturiana Blue Solving con un permiso para investigar la existencia de grafito y otro para la recuperación de materiales.
Las indagaciones en marcha sobre el accidente tienen por esclarecer, entre otras incógnitas, el origen de la concentración de grisú y la causa de la chispa que desencadenó la mortal deflagración. Según la consejera de Transición Ecológica del Principado, Belarmina Díaz, la tragedia tuvo lugar en «una zona en la que la empresa tenía un permiso activo para retirada de material, de cuadros metálicos, de vía, de elementos de minería, hasta el día 11 de abril«. Esa misma empresa tiene también otra autorización de investigación en la misma mina, pero en otra planta, para buscar grafito de alta calidad.
Los fallecidos son Jorge Carro, de 33 años, de Sosas de Laciana; Rubén Souto, de 49 años, de Caboalles de Abajo; Amadeo Bernabé Castelao, de48 años, de Villaseca; Iván Radio, de Orallo; y David Álvarez, de 33 años, de Bembibre. La explosión en la mina de Cerredo también causó cuatro heridos, tres de ellos graves. Uno de ellos ha sido trasladado al Hospital La Paz, de Madrid, con graves quemaduras. Otro fue llevado al Hospital de Ponferrada y posteriormente al Complejo Hospitalario de León. Otro permanece en la UCI del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), a donde fue evacuado en helicóptero, pero a simple vista no tiene más que una pierna rota, pese a lo cual los médicos quieren observar con prudencia su evolución. Y el cuarto herido, vecino de Cerredo, fue inicialmente trasladado al Hospital de Cangas del Narcea y más tarde al HUCA, sin que se aprecien signos muy preocupantes.