Estaba como loco con su niño de 2 años

Dolor, mucho dolor, en la capilla ardiente instalada en el municipio asturiano de Villablino, a donde este martes llegaron los féretros de cuatro de los cinco fallecidos en la explosión de gas grisú de la mina de Cerredo (Degaña). Son Jorge Carro, de 33 años y de Sosas de Laciana; Rubén Souto, de 49 años y de Caboalles de Abajo; Amadeo Bernabé Castelao, de 48 años y de Villaseca; e Iván Radio, de Orallo. El quinto muerto es David Álvarez, de 33 años y de Bembibre. «¡Ay, mi niño!», gritó abatida una de las familiares nada más entrar en la capilla ardiente.

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