Los amantes del salto BASE, quizá el deporte más arriesgado que existe, se conocen todos. Son pocos los capaces de jugarse la vida saltando desde una avioneta. Carlos Suárez, de 52 años, tenía cientos de saltos a sus espaldas. Era uno de los mayores expertos en esta modalidad de paracaidismo donde los saltadores tienen un traje con membranas (wingsuit) a modo de alas que utilizan para planear hasta que abren su paracaídas, alcanzando durante el salto los 160 kilómetros por hora.
En los últimos años Suárez había dejado de lado este deporte para centrarse en la escalada, pero se preparaba para el rodaje de una película, ‘La Fiera’, en la que el salto BASE tenía un gran protagonismo. Este martes por la mañana, en los preparativos de la grabación, saltó junto a otras cuatro personas desde un globo en el aeródromo de La Villa de Don Fabrique, en Toledo, pero un fallo en el paracaídas, que no se abrió, se llevó su vida por delante.
Investigación de la Guardia Civil
Pese a que había personal sanitario privado contratado para la supervisión del rodaje no pudieron hacer nada por salvarle la vida. Hasta el lugar se desplazaron agentes de la Guardia Civil y bomberos del parque de Villacañas y una UVI móvil. La Brigada Judicial del Instituto Armado acudió al lugar a investigar lo ocurrido.
Las productoras audiovisuales Atresmedia Cine y Mod Producciones defendieron que las maniobras se estaban «llevando a cabo con las estrictas medidas de seguridad que obliga este tipo de actividad» y aseguraron que Suárez era un «gran experto en escalada, paracaidismo y salto base». Sin duda lo era. Uno de los mejores. Autor del libro ‘Morir por la cima’, había escalado ochomiles, y había realizado cientos de saltos imposibles en diferentes puntos del planeta.
En su Instagram, advertía hace unas semanas del salto que iba a llevar a cabo hoy. Lo hacía con una fotografía de él junto a su amigo Manolo Chana, hostelero, también amante del salto Base y que falleció hace unos años practicando ese deporte que tanto amaban. «Me aprieto la pierna cada mañana para saber si lo que estoy viviendo es cierto», le contaba Chana a Suárez en el blog que tenía este hace 15 años.
«Hacerlo seguro»
«La razón por la que voy a volver a saltar algunos días de avión y con traje de alas no es otra que hacer un gran homenaje a varios de los amigos que se fueron ya hace unos años», decía en un mensaje de su Instagram hace cinco semanas. «Lo estamos preparando a conciencia para hacerlo bien seguro. Lo haremos también rodeados de los mejores. No puedo decir más que será un trabajo muy bonito», concluía en un mensaje con la emotiva foto en la que sus amigos le pedían que tuviera cuidado.
Vista del aeródromo de La Villa de Don Fadrique (Toledo), donde se estaban realizando los preparativos para la grabación de la película ‘El fiera’ / EFE
Los amigos a los que se refería Suárez eran tres de sus amigos del alma, los tres muertos haciendo salto BASE: Alvaró Bultó, el chef Darío Barrio y Chana. Juntos, junto a Armando D, hicieron batidas por todo el mundo: el Monte de Brento (Italia), los riscos noruegos de Jerag, los Alpes suizos…
Aquellas aventuras inolvidables tuvieron su primera baja el 14 de marzo de 2010, cuando Chana, que tenía 45 años, falleció al abrirse mal el paracaídas tras un salto desde una avioneta, precisamente en el aeropuerto de Lillo (Toledo). Al año siguiente, Bultó, Barrio y Armando viajaron en marzo de 2011 hasta el Salto del Ángel, en Venezuela, la cascada de agua más alta del mundo (980 metros) para saltar desde allí en homenaje a él.

Un paracaidista salta al vacío en el Campeonato internacional de salto base de Benidorm. / EFE
La muerte de Bultó en Suiza
El infortunio volvió a cruzarse en el camino de los amigos. El 22 de agosto de 2013, en los Alpes Suizos, Bultó (51 años) murió también tras volar con el wingsuit desde un talud tras hacer un giro brusco muy próximo a la pared, cayendo en barrena. «Fue muy mala suerte, en salto BASE apenas hay margen de error», lamentaba más tarde Armando D., el quinto amigo de la pandilla.
En junio de 2014 llegó el penúltimo zarpazo letal. Barrio, Armando D. y otros compañeros homenajaban a Bultó en un salto desde un paramotor a 900 metros sobre el castillo de Segura de la Sierra (Jaén). El conocido chef tuvo un error en la trayectoria, apurando mucho el vuelo sobre la ladera, y al abrir el paracaídas ya no le dio tiempo a coger inercia. «Tuvo un error de cálculo». Falleció en el acto. Como hoy su amigo del alma Carlos Suárez.