Más de un centenar de personas se ha concentrado este martes 1 de abril a las puertas del IES Carolina Coronado de Badajoz para pedir justicia por el presunto caso de bullying y agresión sexual sufrido en las últimas semanas por un menor de 16 años. Los presuntos agresores, cuatro menores de entre 16 y 17 años, también pertenecen al mismo centro educativo.
La protesta, convocada de manera espontánea a través de redes sociales y el boca a boca, ha reunido a una gran diversidad de vecinos de Almendralejo, quienes han mostrado su indignación y su firme rechazo a la violencia escolar y los abusos. Al grito de «queremos justicia» y «violencia cero», los manifestantes han exigido que se investigue el caso con rigor y que se tomen medidas contundentes para evitar que situaciones similares vuelvan a ocurrir.
Entre los presentes se encontraban padres, madres, vecinos y jóvenes, aunque llamó la atención la ausencia de representantes del profesorado del centro. Algunos asistentes expresaron su descontento por esta ausencia.
Juani Cordón, matrona del centro de salud de San José, intervino en la concentración para hacer un llamado a la necesidad de una educación sexual reglada que ayude a prevenir estos casos. «Los jóvenes de hoy en día se educan a través de los medios y redes sociales, con acceso ilimitado desde edades muy tempranas a contenidos inadecuados. Esto propicia posturas de odio, xenofobia y abusos. Las matronas reclamamos una formación reglada en educación sexual desde la infancia, basada en el respeto y la no violencia. Lo que ha sucedido es una agresión de odio e intolerancia», declaró. Asimismo, instó a las instituciones políticas a reforzar la educación sexual en todos los centros educativos. «Algunos institutos en Almendralejo lo hacen, pero otros no. Necesitamos que se enseñe respeto, tolerancia y una sexualidad sana, lejos de la desinformación de las redes sociales», concluyó.
Pepa Pulido, vecina de Almendralejo, manifestó su preocupación y su exigencia de justicia. «Esto no se puede quedar impune. Estos agresores no pueden seguir en la calle después de lo que han hecho. Pedimos justicia y una reforma en la Ley del Menor, porque cada vez hay más casos y los políticos solo discuten entre ellos sin tomar medidas», señaló.
Durante la concentración, Estela Navadijo, una joven de 19 años, compartió su propia experiencia con el bullying en el mismo centro educativo, lo que la llevó a abandonar sus estudios en cuarto de la ESO. «Me hicieron bullying durante meses. Me tiraban el zumo, me pegaban y me ponían pegamento en la mesa. Tuve que cambiar de instituto, pero no pude seguir estudiando. A los padres les diría que no den redes sociales a niños tan jóvenes, porque muchos usan estas plataformas para grabar y difundir agresiones sin medir el daño que hacen», relató.