Cual día de la marmota, los europeos nos enfrentamos otra vez a un adelanto de hora en nuestros relojes (a las dos de la madrugada del día 30 se ha avanzado la manecilla hasta las tres) y hemos entrado en el horario de verano. Con cada cambio de hora, volvemos a preguntarnos qué utilidad tiene eso y hasta cuándo seguiremos haciéndolo. En 2020, Parlamento Europeo y Comisión Europea habían dado el aval a la reforma para acabar con el cambio de hora y la pelota estaba en el Consejo de la Unión Europea, donde están representados los estados miembros, pero llegó la pandemia y todo quedó paralizado. Tras las elecciones europeas del pasado junio, la plataforma Time Use Initiative (TUI), impulsora de unos usos del tiempo más racionales y que lleva años batallando para poner fin a esta práctica, volvió a la carga. Y la cosa ha vuelto a arrancar.
El principal movimiento es que el tema vuelve a estar en la agenda de Parlamento y Comisión y el objetivo es que en 2026 el Consejo de la UE apruebe el fin del cambio de hora. Así lo explica a EL PERIÓDICO Ariadna Güell, subdirectora de la TUI, que el pasado 18 de marzo participó junto a más de 70 eurodiputados y expertos en una conferencia en la Eurocámara, organizada por el parlamentario irlandés del Partido Popular Europeo (PPE) Seán Kelly, para definir los próximos pasos a seguir y pedir a la Comisión que ponga fin a el cambio de hora en 2026. «Este es el principal avance que ha habido en este asunto, que la Comisión aceptó llevar el tema a la agenda», subraya Güell.
El comisario de Transportes stá muy interesado en la cuestión de eliminar el cambio de hora en esta legislatura
Entre los asistentes a esa reunión estaba Petra Soderqvist, asistente del comisario de Transportes de la CE, Apostolos Tzitzikostas, que confirmó que «el comisario está muy interesado en la cuestión de eliminar el cambio de hora en esta legislatura».
La propuesta que actualmente está trabajando el Parlamento Europeo para acabar con el cambio de hora estacional se basa en la propuesta desarrollada por la TUI y la Alianza Internacional por el Tiempo Natural (IANT, por sus siglas en inglés), que cuenta con el apoyo de múltiples centros de investigación y expertos de todo el mundo.
«Nuestra percepción es que el proceso podría estar aprobado en 2026 y si los estados quieren en 2027 ya no habría cambio de hora»
«Nuestra percepción, viendo la buena predisposición de todas las partes es que el proceso podría estar aprobado en 2026«. ¿Y cuál es ese proceso?. Primero, que el Parlamento Europeo pida el fin del cambio de hora a la Comisión, luego que la Comisión apruebe la directiva ejecutiva y de ahí que el tema llegue al Consejo de la UE para su aprobación final. «Aquí es donde nos encallamos en el 2020 con la pandemia. Es la parte más difícil porque los estados miembros se han de poner de acuerdo», cuenta Güell. El mayor debate está en decidir con qué zona horaria se queda la UE.
El meollo del debate de los Veintisiete es decidir con qué horario nos quedamos; los expertos apuestan por el de invierno
La TUI trabaja para que Parlamento y Comisión hagan una recomendación en este sentido al Consejo que facilite los debates. ¿Y cuál es el horario recomendado? «Nuestra propuesta es quedarnos con el horario natural, más alineado con el Sol, que es el horario de invierno«, explica Güell.
Si todo va según lo previsto y el Consejo aprueba en 2026 el fin del cambio de hora, el último cambio podría ser, apunta Güell, en 2027 o 2028, «en función de las negociaciones». «Podría ser en 2027, pero se han de poner de acuerdo los estados». Güell es optimista porque hablamos de «plazos rápidos teniendo en cuento los tiempos de la política europea».
La propuesta de los expertos
La idea es que cada país adopte durante todo el año la hora que le corresponde según el mapa de 24 franjas horarias en las que está dividida el planeta. Esa es la que se considera la «hora natural» o «hora solar» de cada país. Y, para dejarlo claro en el vocabulario a pie de calle, se trata de quedarnos con lo que llamamos horario de invierno. Para hacerlo, los expertos proponen un plan de dos pasos.
En una primera fase, todos los países de la UE eliminarían el cambio de hora en primavera y mantendrían la hora que usan en invierno. Aquellos países cuya zona horaria recomendada ya sea su hora estándar actual, no necesitarán realizar más pasos.
En una segunda fase, aquellos países en los que, tras ejecutar la primera fase, su zona horaria recomendada aún no sea su hora estándar (caso de España, Portugal, Bélgica, Francia, Grecia, Irlanda, Luxemburgo y Países Bajos), retrocederán sus relojes por última vez en otoño, para poder adoptar su zona horaria recomendada como nueva hora estándard. Los expertos esgrimen motivos de salud y de ahorro energético para subrayar la «urgencia» de que los gobiernos de la UE pacten una fecha de inicio.