El Valencia trazó una línea muy clara desde que llegó Corberán y continúa sin desviarse de ese camino: la salvación está en Mestalla. Cinco victorias en los últimos seis partidos disputados en el feudo de la Avenida de Suecia que han revitalizado al equipo hasta el punto de situarle a día de hoy a más de un partido de distancia respecto al descenso. Un enorme trabajo grupal liderado por un líder muy claro, Diego López. El guajín anotó ante el Mallorca por cuarta jornada consecutiva y salvaguardó en Mestalla tres puntos de oro.
El guion de los primeros minutos no fue ni mucho menos el mismo que el de los últimos partidos en Mestalla. Ni Valencia ni Mallorca salieron con demasiadas ganas de arriesgar, conscientes de que LaLiga ya atraviesa el tramo final y cada punto es muy codiciado. Sin riesgo no hay casi margen de error, pero tampoco de éxito, y esa fue prácticamente la tónica durante los primeros 45 minutos del partido. Javi Guerra fue el primero en tratar de romper los esquemas con un balón filtrado a Diego López. El espacio era reducido y el ‘modus operandi’ del de Gilet, que quiso picarla con maestría, era muy atrevido. Demasiados ingredientes en contra que derivaron en un mal control del ‘guajín’. Esa ‘casioportunidad’ fue la antesala a la verdadera primera, y única, ocasión destacable de la primera parte. Como casi siempre, por la banda izquierda. Gayà recibió, controló con casi todo el tiempo del mundo y puso un buen balón al área en busca de una cabeza rematadora, y ahí apareció Umar Sadiq, que conectó su primer remate del partido, pero no con la suficiente potencia para batir a Greif, que la detuvo en la línea.
Contrariamente a lo que se podía esperar, la primera ocasión de peligro del partido no despertó al Valencia. Ni al Mallorca. La verdad es que no despertó nada. Ambos equipos, cuando les tocaba tener el control del balón, combinaban con pocas opciones de generar peligro, y la realidad es que no lo generaron. De hecho, la carta de presentación del Mallorca en el partido fue por un fallo de comunicación de Gayà y Mamardashvili que, por suerte, terminó resolviendo el capitán ante la atenta mirada de Asano, que se relamía. Antes del pitido final de la primera parte, Asano volvió a aparecer, con el mismo desenlace aunque en esta ocasión por lo menos pudo disparar. El japonés recibió un balón en derecha que ganó la espalda de la zaga valencianista, controló y quiso golpear rápido, pero el tiro le salió flojo y centrado directo a los guantes de Giorgi. Con esa nueva ‘casiocasión’ los jugadores se marcharon a vestuarios a recibir las inDiego López da un paso de gigante hacia la permanencia (1-0)
Segunda parte, otro partido
Sirvieron las charlas durante el tiempo de descanso porque el partido en la segunda parte parecía otro. Los dos equipos perdieron el miedo y a las primeras de cambio quiso intentarlo Sergi Darder con un gran golpeo de fuera del área que resolvió de forma muy acertada Giorgi Mamardashvili. Comenzó el Mallorca asustando pero el Valencia no se quiso dejar intimidar, por eso Corberán mandó adelantar las líneas de presión y jugar con más colmillo. El paso al frente dio sus frutos, y no tardó mucho. Apenas habían transcurrido cinco minutos del segundo tiempo cuando, en una salida de balón del Mallorca, André Almeida volvió a ser importante para el Valencia muchos partidos después. El portugués ejecutó la presión a la perfección, robó y enfiló la portería rival. Esperó el momento justo y dejó en situación de remate a Diego López, que no falló ante Greif dibujando el 1-0 en el marcador. El asturiano prolonga su estado de gracia anotando por cuarta jornada consecutiva y demostrando que, ahora mismo, es el líder del Valencia de Corberán.
Rioja, ante Lato / E. Ripoll
El gol en contra obligó a dar un paso más al Mallorca, que sigue luchando por jugar competición europea la temporada que viene. El Valencia, sin perder los nervios, no plantó el autobús pero tampoco mantuvo la línea de presión tan alta, a sabiendas de que ahora sí estaba en situación de no asumir tanto riesgo. En Mestalla no hay partido sin sufrimiento y las ocasiones bermellonas llegaron. La primera en un córner mal defendido por el conjunto de Corberán, que por suerte no concluyó en ningún remate limpio a pesar del barullo en el área. Pocos minutos después rozó el gol el conjunto de Arrasate, y fue de nuevo con Takuma Asano como protagonista. El balón cayó en el costado derecho, donde lo recibió Maffeo. El lateral bermellón puso un centro directo a la zona de conflicto dentro del área y la zaga blanquinegra no supo defenderlo. El balón se coló entre Mosquera y Tárrega, justo donde esperaba el japonés, que conectó limpiamente el remate, pero se le marchó desviado.
Era el momento de mover los banquillos para ambos entrenadores. Corberán buscó refrescar la banda derecha y el centro del campo dando entrada a Fran Pérez y Pepelu, mientras Arrasate hacía cambios ofensivos en busca del empate con Mojica, Antonio Sánchez, Marc Doménech y Dani Rodríguez. Más adelante saltaron al césped Diakhaby para reforzar la zaga y Rafa Mir. Visto el tramo final, Corberán ganó ese duelo particular de entrenadores porque el Valencia no sufrió en exceso en los minutos finales. Evidentemente el Mallorca empujó y pisó área rival, pero sin crear demasiadas acciones de peligro.trucciones de sus técnicos, que falta hacían.