Los detalles marcan la diferencia

El fútbol no siempre premia al que más se lo merece. Es el factor, diferencial y atractivo, que posee un deporte que, en términos generales, seduce a cualquier ser humano, pero que no deja de ser caprichoso y, en ocasiones, injusto. En el fútbol se gana o se pierde. A no ser que seas un todopoderoso del panorama internacional, ganar no es lo más común pese a que, cuando logras una racha victoriosa, sea inevitable disfrutarla, saborearla y sentir emociones indescriptibles. El Levante, curtido en la adversidad más irreductible, consiguió una dinámica de resultados que le aupó a sueños inigualables. Lo disfrutó como pocas veces lo hizo en sus tiempos más modernos. No obstante, tanto en el fútbol como en la vida, lo bueno se acaba. Poco importa el tiempo que dure. Llega un momento en el que finalizan los estados de felicidad.

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