Se acerca el final de temporada con una situación impensable en verano. Los más optimistas creían que el Compostela podría aspirar a luchar por el ascenso aunque fuera por mediación del play off y los más pesimistas consideraban que el equipo santiagués salvaría la categoría sin mayores problemas.
Y aunque a mitad de temporada cualquiera de las dos opciones parecía que podrían materializarse, poco a poco el conjunto blanquiazul se metió en problemas hasta el punto de estar ahora mismo situado en puestos en descenso y con serios problemas para mantenerse en Segunda RFEB.
Con un nuevo entrenador llega el momento de que los jugadores asuman su responsabilidad. Tienen calidad suficiente como para ganar a cualquiera. Es cierto que los malos resultados pueden poner en duda esa aseveración pero deben confiar en sí mismos. Y saber que tiene detrás a toda una ciudad.
Por otro lado, la afición no puede fallar en estos momentos. Llegó el momento de perder la voz en las gradas de San Lázaro, de quedar afónico para que cada grito sea un empujón hacia el gol, e incluso de acompañar al equipo en sus desplazamientos.
Es un momento crucial para la historia del club. Esas luchas internas por concluir quien tiene razón no tienen cabida en estos momentos. Da igual si me deben dinero o no, si es sociedad anónima o un club, si los socios tienen visos de legalidad o no… Llegó la hora de saber si lo que realmente importa es la esedé. Por encima de todo está el club en un momento clave.
El Compos debe mantenerse en Segunda RFEF. Por lo civil o por lo criminal. Cuenta con un calendario que parece bastante más favorable que el de sus rivales directos de la zona baja de la tabla.
Coruxo, Llanera, Escobedo, Compos y Guijuelo parecen los implicados a estas alturas en la lucha por la permanencia, siguiendo este mismo orden en la tabla. Todos ellos deberán enfrentarse al menos a un par de equipos de la zona alta que se están jugando el liderato o el play-off, aunque los santiagueses podrían encontrarse, con una pizca de fortuna, al medirse a equipos que ya no tengan nada en juego.
Después del empate de esta sábado en el Pepe Quimarán el panorama sigue presentándose oscuro. Pero hay muchos motivos para creer en el milagro. El primer partido de Secho en el Vero Boquete será ante un Salamanca UDS que parece instalado en media tabla. Con 38 puntos, tiene las promociones de ascenso y descenso a seis y cinco puntos respectivamente. Cabe señalar, eso sí, que cuentan con un partido menos, el aplazado ante el Real Ávila.
Las jornadas 31 y 32 son las que, a priori, deben dar el mayor impulso al Compos. En ellas los de Secho se enfrentarán a los dos últimos clasificados, que parecen ya condenados al descenso aunque las matemáticas todavía les dan algunas opciones.
Primero, el fin de semana del 12 y 13 de abril, la esedé visitará el estadio de San Lorenzo para medirse al Laredo, actual colista que salvo sorpresa ya estará descendido cuando llegue este partido. Los cántabros solo han ganado tres encuentros en lo que va de temporada y están a 14 puntos de la promoción de descenso con solo 18 en juego.
La siguiente semana tocará enfrentarse a otros asturianos, en esta ocasión en San Lázaro. El rival será la Gimnástica Torrelavega, que marcha penúltimo con 25 puntos tras una campaña muy irregular aunque todavía tiene esperanzas de salvarse. No será sencillo.
Después de estos partidos en los que para el Compos es casi obligatorio hacer los seis puntos llegará el duelo más complicado, a priori, de los que le quedan a los santiagueses. Será en la penúltima jornada, la última como visitantes, en la que se visita el campo del equipo revelación de la temporada, un Real Ávila que solo has estado tres semanas fuera del playoff y que parece decidido a confirmar su participación en él cuanto antes. Esto podría beneficiar a la esedé, pues si el conjunto que dirige Miguel de la Fuente ya estuviese matemáticamente clasificado para la promoción probablemente afrontarán el partido con el objetivo de minimizar riesgos.
La campaña regular concluirá el primer fin de semana de mayo con la visita del Real Valladolid Promesas al Vero Boquete. El filial pucelano ocupa a día de hoy la 11ª plaza, a siete puntos del descenso, aunque por contra está a cuatro del play off lo que promete emociones fuertes, especialmente si los dos se estuviesen jugando su futuro en la salvación.