La realidad es que todo indicaba a que una derrota en casa del líder era lo más normal y aunque el guion se cumplió (82-69), el Casademont demostró una rasmia y una lucha coral que demuestra que, pese a las bajas de Mariona, Atkinson, Hermosa y Gatling, a la que se sumó la de Evans en el primer cuarto, este equipo nunca se rinde dando igual lo difícil que sea el escenario que tengan enfrente.
Los primeros minutos daban indicios de que el partido iba a ser excesivamente duro con un parcial de 12-2 a favor de las gerundenses y los únicos puntos del Casademont llegaron desde el tiro libre por parte de Mawuli. Aunque con unas buenas canastas de la japonesa y Evans, las aragonesas se fueron acercando en el marcador, pero la interior norteamericana se tuvo que retirar por unas molestias y todo se ponía más difícil para las de Cantero.
En el segundo cuarto entre Helena Oma y Pueyo sujetaron en el encuentro al conjunto rojillo, pero el desgaste iba en aumento y el Girona se aprovechó de ello para aumentar una ventaja que llegó a los quince puntos. No obstante, el Casademont no bajó los brazos y la figura de Mawuli surgió para anotar cinco puntos seguidos, sumado a una buena defensa coral, para acabar yéndose al descanso nueve por debajo en el electrónico.
Tras el paso por vestuarios, las de Cantero recuperaron fuerzas y continuaron con una gran defensa para reducir al mínimo las opciones de las gerundenses, pero en ataque no salían las cosas y la diferencia en el marcador no se conseguía reducir. Para el último cuarto el conjunto rojillo seguía muy vivo en el encuentro teniendo que remontar ocho puntos, después de una demostración de todo el equipo de que hasta que se pite el final nadie va a dar ningún duelo por perdido.
Los últimos 10 minutos de batalla empezaron muy igualados y nadie lograba coger ritmo de anotación. Hasta que Chloe Bibby decidió que era el momento de romper el partido y el duelo se decantó a falta de dos minutos para el final.