El viernes la tierra tembló con fuerza en Birmania, un país ya castigado por la violencia y la inestabilidad política, dejando a su paso una estela de muerte y destrucción. Un potente terremoto de magnitud 7,7 sacudió el centro-norte del territorio, causando al menos 200 muertos y más de 700 heridos, según los últimos datos actualizados de la junta militar del país. El sismo, que también afectó a la vecina Tailandia, ha dejado un saldo aún provisional de víctimas.
Por el momento, los esfuerzos de rescate continúan a pesar de las difíciles condiciones en el terreno. La combinación de la destrucción masiva de infraestructuras, las réplicas y las tensiones políticas en Birmania han complicado las operaciones de ayuda humanitaria.
El portavoz de la junta militar, Zaw Min Tun, transmitió las primeras cifras oficiales a través de un mensaje de texto en el que confirmaba la tragedia. A esa primera comunicación, se sumó una intervención posterior del jefe de la junta, Min Aung Hlaing, que también transmitió sus condolencias a las familias de las víctimas y afirmó que las cifras seguirían aumentando a medida que avanzara el proceso de rescate y evaluación de los daños.
El terremoto, registrado a las 12:50 hora local (6:20 GMT) y con epicentro en la región de Sagaing, provocó una serie de derrumbes en varias ciudades del país, incluida la capital, Naipyidó. Allí, el colapso de edificios dejó un saldo de al menos 96 muertos, mientras que en la región central de Sagaing, conocida por su historia de conflictos armados, se contabilizaron 18 víctimas mortales, recoge Efe. En Kyaukse, una ciudad de la región de Mandalay, otros 30 ciudadanos perdieron la vida. Además, se han cifrado en al menos 39 víctimas mortales en el estado de Shan, en la frontera con China, según fuentes sobre el terreno recogidas por agencias locales.
Conflicto armado y estado de emergencia
El terremoto ha golpeado Birmania en un momento de extrema vulnerabilidad por más de más de tres años de conflicto armado desde el golpe militar de febrero de 2021. La junta militar, que asumió el poder a través de la fuerza, ha impuesto un régimen autoritario que ha sumido a la nación en una crisis política y humanitaria, con millones de desplazados y una creciente represión contra la oposición y las fuerzas prodemocracia.
La gente pasa en motocicleta junto a un edificio dañado después de que un fuerte terremoto azotara el centro de Myanmar, en Mandalay.
El temblor se produjo en una zona sísmicamente activa de Birmania, cerca de la falla de Sagaing, que marca el límite entre las placas tectónicas india y euroasiática. Este tipo de actividad sísmica es relativamente frecuente en la región, pero la magnitud del terremoto y su baja profundidad (solo 10 kilómetros) aumentaron considerablemente los daños materiales y la cantidad de víctimas, recoge Efe.
Las autoridades birmanas han declarado el estado de emergencia en seis regiones del país más afectadas por el terremoto: Sagaing, Mandalay, Magway, Shan, Naipyidó y Bago. En estas áreas, las fuerzas armadas se han movilizado para coordinar las tareas de rescate, mientras la población lucha por sobrevivir en condiciones extremas. La infraestructura en muchas de estas regiones es precaria, lo que ha dificultado la efectividad de las labores de asistencia.
Respuesta internacional
La magnitud de la tragedia ha generado una rápida respuesta internacional, con mensajes de solidaridad y apoyo de diversos gobiernos e instituciones. En un comunicado, el Papa Francisco expresó su cercanía a los pueblos de Birmania y Tailandia, pidiendo oraciones por las víctimas y ofreciendo su apoyo espiritual. El Papa, que se encuentra en recuperación tras una grave infección respiratoria, transmitió un telegrama a las autoridades eclesiásticas y civiles de ambos países, en el que lamentó profundamente las pérdidas humanas y los daños causados por el terremoto.
My heart goes out to the people affected by the terrible earthquake that hit parts of Southeast Asia today.
I send my condolences to the governments and people of the region.
The @UN system in the region is mobilizing to help those in need.
— António Guterres (@antonioguterres) March 28, 2025
La Unión Europea, por su parte, ha mostrado su disposición a enviar ayuda humanitaria a las víctimas del desastre. A través de un comunicado, la comisaria de Gestión de Crisis, Hadja Lahbib, expresó su profunda preocupación por la magnitud de los daños y activó el sistema de satélites Copérnico para evaluar el alcance de la destrucción. Asimismo, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, envió un mensaje de condolencias a los gobiernos y pueblos afectados, destacando que el sistema de la ONU en la región se estaba movilizando para proporcionar asistencia.
El impacto en Tailandia
Aunque Birmania ha sido el país más afectado por el terremoto, la vecina Tailandia también ha sufrido las consecuencias del temblor. En Bangkok, la capital tailandesa, al menos cuatro personas han perdido la vida y más de 80 se encuentran atrapadas bajo los escombros tras el colapso de un edificio en construcción.
La primera ministra de Tailandia, Paetongtarn Shinawatra, declaró el estado de emergencia en la ciudad y movilizó equipos de rescate para ayudar a las víctimas del desastre. Las réplicas del terremoto también han complicando las labores de búsqueda y rescate, especialmente en las zonas más afectadas de la ciudad, según Efe.
El terremoto de Birmania, que se cree podría ser el más fuerte registrado en la región en los últimos 75 años, ha puesto de manifiesto las vulnerabilidades estructurales del país. Aunque Birmania es una de las zonas más sísmicamente activas del mundo, las construcciones en muchas de sus ciudades no están preparadas para soportar terremotos de gran magnitud, lo que ha contribuido al elevado número de víctimas.