Un cuadro que representa una adoración de pastores regresará a Córdoba más de 350 años después de que Antonio del Castillo y Saavedra (Córdoba, 1616-1668) lo pintara, tras ser adquirido por un coleccionista privado cordobés en una subasta en la Casa Segre de Madrid.
Fuentes de Subastas Segre han informado este viernes a Efe de que la obra, un óleo sobre lienzo de 52 x 81 centímetros, fue adjudicado en 2.800 euros, cuando el precio de salida era de 2.000, tras lo que pasará de una colección privada de Madrid a otra de Córdoba.
El cuadro está firmado y fechado y al dorso aparece una etiqueta de la sala Pares, de Barcelona, donde fue subastado con anterioridad.
Las mismas fuentes han asegurado que Del Castillo realizase la obra en Córdoba, donde desarrolló buenas parte de su obra.
Antonio del Castillo es un pintor barroco al que se le considera uno de los referentes del Siglo de Oro. Tiene veinticuatro obras en el Museo Nacional del Prado, también en el Museo de Bellas Artes de Córdoba y en la Mezquita-Catedral, donde pintó cuatro lienzos en el retablo de la capilla de Nuestra Señora del Rosario.
Una obra de Enrique Romero de Torres, sin comprador
Otra obra realizada en Córdoba, un dibujo de Enrique Romero de Torres, puesto a la venta por un coleccionista privado de Málaga en la misma subasta, en cambio, se quedó sin comprador.
El dibujo de Enrique Romero de Torres (Córdoba, 1872-1956) es un busto clásico, realizado a tinta sobre papel, de 152 por 115 milímetros.
Enrique era uno de los miembros de la familia de artistas Romero de Torres, que abanderó su padre, Rafael Romero Barros, un pintor referente en el arte y la defensa del patrimonio arqueológico de Córdoba.
Era natural de Moguer (Huelva) y llegó a Córdoba en 1862 como conservador del Museo de Pinturas de Córdoba, hoy Museo de Bellas Artes.
Expertos en el trabajo de la familia Romero de Torres señalaron a Efe que con anterioridad este original había sido atribuido a otro de los hermanos, Rafael (Córdoba, 1865-1898), y que se trata de un dibujo académico, probablemente de su época madrileña, que representa al poeta griego Solón.
El propietario que lo puso ahora en subasta lo adquirió en un canje de obras con el anterior dueño, según las mismas fuentes.