El Gobierno de Donald Trump ha anunciado un nuevo paso hacia su publicitado ajuste de la administración. Según un comunicado oficial publicado este jueves, tiene previsto impulsar una «drástica reestructuración» en el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés) que se traducirá en la supresión de 10.000 puestos de trabajo.
Mediante jubilaciones anticipadas y las llamadas «renuncias diferidas», el HHS verá reducida su plantilla en una cuarta parte, al pasar de 82.000 empleados a tiempo completo a 62.000, pues a los 10.000 anunciados este jueves se suman los 10.000 empleados que ya han optado voluntariamente por dejar sus puestos. Según el departamento, esta reestructuración «ahorrará a los contribuyentes 1.800 millones de dólares».
«No solo estamos reduciendo la expansión burocrática. Estamos reajustando la organización a su misión principal y a nuestras nuevas prioridades para revertir la epidemia de enfermedades crónicas», ha señalado el secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr.
De acuerdo con ‘The Wall Street Journal’, que ha tenido acceso a documentos internos, se verán afectados por los recortes 3.500 empleados de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), lo que representa aproximadamente el 19% de la plantilla de esa agencia, así como 2.400 empleados de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), que en su caso suponen el 18%.
También se suprimirán 1.200 empleos de los Institutos Nacionales de Salud (NIH), o el 6% de su plantilla, y 300 puestos de los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CDS), el 4% de su fuerza laboral. Los cambios también implican que las oficinas regionales se reducirán de 10 a 5.
«Este rediseño será una solución en la que todos ganan para los contribuyentes», ha asegurado Kennedy Jr. en el comunicado oficial.
El objetivo declarado del Gobierno es reducir de 28 a 15 el número de agencias del departamento.