Los alicantinos, en general, pueden respirar tranquilos tras el descenso de la criminalidad el pasado año, algo que no sucedía desde 2020 debido a la pandemia. Sin embargo, mientras la mayoría de los municipios aprueban en seguridad, hay algunas ovejas negras donde los delincuentes se han multiplicado.
Con el aumento de la población en la provincia —la que más crece de toda España—, que las infracciones se reduzcan es un aspecto a celebrar, aunque la disminución sea solo del 0,7 %.
Estas cifras son el resultado de la media entre municipios que han logrado controlar la delincuencia y otros donde los casos se han disparado, llegando a haber una diferencia cercana al 40 % entre la localidad que más mejoró y la que más empeoró en 2024 respecto a 2023.
De esta forma, Crevillente, ocupa el primer puesto en la oscura lista de los municipios alicantinos donde más ha aumentado la delincuencia. Según datos del Ministerio del Interior, registró 1.057 casos, un 15,6 % más que en 2023.
Este preocupante incremento es más del doble que el del segundo territorio más afectado, Aspe (+7 %), y lo coloca en el punto de mira por la necesidad de reforzar las medidas de seguridad para frenar esta tendencia.
Delitos
Este crecimiento refleja una tendencia al alza en diferentes tipos de delitos, con especial preocupación en el ámbito de la ciberdelincuencia y los robos con fuerza en domicilios.
Llama la atención que en esta localidad de unos 30.500 habitantes se haya cometido un secuestro. En el apartado de criminalidad convencional, se observa un incremento del 11,1 %.
Si bien no se registró ningún asesinato y las tentativas de homicidio disminuyeron, los delitos contra la libertad sexual aumentaron un 4,3 %.
Por otra parte, los robos con violencia e intimidación crecieron un 8,3 %, y los hurtos, un 3,8 %. Pero el dato más alarmante es el de los robos con fuerza en domicilios, que se dispararon un 81,8 %, pasando de 44 a 80 casos. Además, las sustracciones de vehículos aumentaron un 33,3 %, aunque partiendo de una cifra baja (de nueve a 12 casos).
El otro talón de Aquiles, además de los robos en viviendas, es el área de la ciberdelincuencia, que creció un 45,5 %. Dentro de esta modalidad, las estafas informáticas engañaron a más vecinos que nunca, con un aumento del 52,6 %.
Otros pueblos
Los otros pueblos que completan la lista son Aspe (+7 %), Alcoy (+5,9 %), Torrevieja (+5,4 %) y Novelda (+3,3 %). Las únicas localidades que repiten en el ranking negativo respecto a mediados de 2024 son Crevillent y Alcoy.
La segunda mitad del año cambió la situación en muchos municipios que habían comenzado con aumentos alarmantes. Es el caso de San Juan, Calpe, Crevillent, Alcoy y Santa Pola.
Mientras que Santa Pola, que presentaba una subida de hasta el 22 %, logró reconducir la situación, Crevillent, que en junio registraba un +18 %, ha mantenido su mala tendencia.