Con pintura negra sobre la carrocería y las cuatro ruedas pinchadas. De esta forma amaneció el coche de María Eulalia Chanfreut, magistrada al cargo de la investigación de las muertes de David Pérez y Miguel Ángel González, los dos guardias civiles arrollados por una narcolancha en Barbate. Según ha denunciado la Asociación Judicial Francisco de Vitoria (AJFV), la jueza tenía aparcado el vehículo «en la puerta de su domicilio particular».
«Chanfreut, jueza sustituta adscrita a los Juzgados de Instrucción números 1 y 2 de Barbate, denunció los destrozos en su vehículo el pasado 8 de marzo«, detallan desde esta organización jurídica. «Esa mañana, al ir a coger el coche, se encontró con que tenía las cuatro ruedas pinchadas, había sido rociado con pintura tanto en el capó como en el techo y en los laterales, y el símbolo trasero de la marca del fabricante había sido sustraído», subrayan en una nota de prensa.
«La denuncia, presentada en el cuartel de la Guardia Civil de Barbate, se acompaña de fotografías de los desperfectos del turismo, cuya reparación ha debido anticipar en parte Chanfreut«, apuntan desde la AJFV. Tal como señalan fuentes de este colectivo, «el autor o los autores de estos hechos no han sido aún identificados«.
Para Sergio Oliva, portavoz de esta asociación judicial, «estos sucesos causan una profunda inquietud en la judicatura». «Es fundamental que contemos con garantías personales y materiales que nos protejan», manifiesta Oliva, que reclama que la Audiencia Nacional «asuma la competencia sobre este tipo de delitos relacionados con el narcotráfico, independientemente del ámbito en el que se desplieguen los efectos de los mismos».