De Ansu a Lamine

Los delanteros del FC Barcelona Lamine Yamal (i) y Ansu Fati. / EFE

Irremediablemente, el fútbol, tan pasional y de consumo rápido, tiende a lo hiperbólico. Los fenómenos se alumbran a toda mecha, no importa la edad o el recorrido. Un soplo de buenos partidos basta para copar portadas y acelerar una catarata de apologías. Lo mismo da si luego son fulgurantes cometas. Lo relevante es encumbrar estrellas al primer brillo. Se conjetura a toda pastilla con el nuevo Pelé, el nuevo Messi… Tiempo habrá para el olvido si tal o cual carrera se tuerce, o si fulano no cumple con las expectativas. Mientras tanto, la incipiente figura de turno carga de sopetón con una celebridad instantánea. Un peso que no todos metabolizan igual, una mochila que requiere un entorno contenido y protector, no una corte de rapiña.

Fuente