Sergio Pérez renovó por Red Bull en junio de 2024 y acabó dejando el equipo en diciembre pasado, para ser sustituido por Liam Lawson. Ahora, tras solo dos grandes premios como compañero de Max Verstappen, el neozelandés está fuera.
Si otros pilotos con más preparación y ‘pedigree’ como Carlos Sainz (2015-2016), Daniel Ricciardo (2016-2018), Pierre Gasly (2019), Alex Albon (2019-2020) o el propio Checo (2021-2024) ya claudicaron ante el tetracampeón y fueron castigados ‘sin piedad’, nada bueno podía esperar Lawson tras su pésimo arranque de curso.
«No soy tonto y sé que estoy aquí para rendir. Si no lo consigo, no voy a continuar», admitió Liam en China, donde ocupó la última plaza en las dos sesiones clasificatorias y sumó dos ceros en carrera. A estos resultados hay que añadir su 18º puesto en la parrilla de Melbourne y su accidente en esa carrera. La peor racha de un piloto de Red Bull desde 2005.
Checo, el único compañero de Verstappen que no procedía de la cantera de Red Bull, que Helmut Marko dirige con mano de hierro, ya vivió en su día las odiosas comparaciones con Verstappen. A Lawson le sacó 88 centésimas de promedio en ‘qualy’. A bordo de un RB21 muy nervioso y subvirador y que incluso al neerlandés le cuesta controlar, el novato lo pasó muy mal: “No puedo hacer girar el coche”, clamó por radio mientras su ingeniero le consolaba impotente: “Lo siento tío”.
Con el mismo monoplaza, Max se fue de China con un segundo y un cuarto puesto y la segunda plaza del Mundial, a 8 puntos del líder de McLaren Lando Norris.
La trituradora de Red Bull
La exigencia de Helmut Marko se ha llevado por delante a muchos pilotos en el programa de jóvenes talentos de Red Bull, que arrancó en 2001 cuando era la mano derecha del fundador de la marca de bebidas energéticas Dietrich Mateschitz, fallecido hace dos años. Con su apoyo, Marko fundó su propio equipo de Fórmula 3000 para catapultar a las promesas del automovilismo a la F1.
El primero fue el austríaco Christian Klein, que debutó en Red Bull junto a David Coulthard cuando el equipo estrenó su nueva denominación tras la compra de Jaguar. A partir de entonces apadrinaron a otros catorce pilotos y dieron con su primera ‘joya’, Sebastian Vettel, con el que encadenaron cuatro títulos mundiales consecutivos antes de la llegada de Max Verstappen.
En 2014, cuando el neerlandés disputaba la F3, su padre Jos aceptó la propuesta de Marko y Christian Horner frente a la Toto Wolff en Mercedes. Ellos les ofrecían debutar en F1 al año siguiente, sin pasar por la GP2. El talento del joven Verstappen le permitió batir varios récords de precocidad y protagonizar un fulgurante ascenso al primer equipo de Red Bull con solo 17 años.
Bajo el paraguas de Helmut Marko puede hacer mucho frío. Solo vale ganar y aquellos que no lo consiguen, tienen la puerta de salida abierta. En 2022, Nyck de Vries relevó con gran éxito a Alex Albon en Williams, en el GP de Italia, y su compatriota Verstappen recomendó su fichaje para el equipo filial, entonces Alpha Tauri. A mitad de temporada, fue despedido sin contemplaciones a pesar de que le había tocado pilotar el peor coche de la parrilla.
Algo similar le pasó a Pierre Gasly en 2019, aunque tuvo la suerte de poder continuar en F1. El francés duró 12 carreras antes de ser degradado de nuevo al equipo filial, Toro Rosso, sumando 118 puntos menos que Verstappen. Le dieron su volante a Alex Albon a mitad de curso.
En año y medio en el equipo de las bebidas energéticas, el anglo tailandés tampoco pudo demostrar su valía y, con dos podios, tuvo que claudicar. “Simplemente no estaba suficientemente preparado. En las categorías inferiores me sobraba con ser rápido, pero tenía muy poca experiencia en las carreras y en la vida en general», asumió Albon, que sucumbió a la presión. “La tensión era enorme. Cada error, todo lo que hacías, era criticado, era un asiento muy caliente”, valoró.
Antes que él pasó por la misma situación Daniil Kvyat. El ruso debutó en F1 en 2014 con Toro Rosso y subió primer equipo junto a Daniel Ricciardo. Después de acabar el campeonato tres puntos por delante del australiano, en 2016, después de tres carreras, Marko y Horner decidieron mandarle de vuelta a Toro Rosso para darle la oportunidad definitiva a Verstappen en el GP de España.
Allí, tras un toque de salida de los Mercedes, Max logró su primera victoria en F1 con un coche que hasta ese momento había logrado solo un podio, con Kvyat al volante.
Cuatro pilotos españoles
En todos estos años, cuatro pilotos españoles han experimentado la dureza del programa de jóvenes talentos de Red Bull. El primero fue Dani Juncadella, que no llegó a la F1 y solo estuvo un año, tras competir en Formula BMW América y su versión europea en 2008 y 2009.
Después llegaría Jaime Alguersuari, que debutó en F1 en 2009 y vivió un calvario en el filial Toro Rosso. Relevó a Sébastien Bourdais tras la novena carrera de la temporada. El francés había sumado solo un punto menos que su compañero, Sébastien Buemi, pero fue insuficiente para contentar a Marko.
El catalán, con solo 19 años, protagonizó actuaciones de mérito, pero también se permitió desafiar algunas órdenes de equipo y poner en apuros a Vettel, algo imperdonable para los jefes de Red Bull, que le despideron de forma fulminante a finales de 2011. “Aquello me dejó una huella y una cicatriz profunda, larga, que nunca se va a ir«, reconocería Jaime, que a pesar de su juventud, nunca más volvió a la F1.
El tercero fue Carlos Sainz, que siempre ha agradecido la formación de base, financiada por entero por el programa de Red Bull, así como que le permitieran debutar en F1 en 2015 con Toro Rosso. Pero su convivencia con Verstappen no fue sobre ruedas y el español tomó otro rumbo viendo que nunca podría subir al primer equipo con el neerlandés.
Pepe Martí deslumbró a Helmut Marko con sus actuaciones en la F3 y entró a formar parte de la cantera Red Bull el pasado año, a los 18, avalando su salto a la F2 con Campos Racing. Después de una difícil temporada de aprendizaje, el barcelonés afronta una nueva campaña bajo máxima presión. Su anterior compañero, Isaak Hadjar, ya es piloto de F1 en el segundo equipo, ahora Racing Bulls, junto a Tsunoda.