La Comisión Europea ha presentado este miércoles una estrategia de preparación anticrisis que pasa por mejorar los sistemas de prevención, concienciar a la población y fortalecer la coordinación entre los distintos países de la Unión Europea.
Jean Monnet, uno de los padres fundadores de la Unión Europea, es a menudo citado en referencia a una declaración en la que el francés aseguraba que siempre creyó que Europa “sería construida a través de las crisis y sería la suma de sus soluciones”. Pero Bruselas quiere dejar de gestionar crisis y empezar a prevenirlas.
“Las amenazas a las que se enfrenta hoy Europa son más complejas que nunca, y están interconectadas”, ha dicho Hadja Lahbib, la comisaria europea para la Gestión de Crisis. «La mejor manera de hacer frente a las amenazas, es adelantarse a ellas», ha dicho por su parte la jefa de la diplomacia europea, Kaja Kallas. Más que nunca, la UE necesita prepararse.
Ese es el principal objetivo de la estrategia que el ejecutivo comunitario ha presentado este miércoles: estar listos. “Como se dice en inglés, hay que arreglar el tejado mientras el sol aún brilla”, ha dicho la vicepresidenta para la Preparación Roxana Mînzatu en rueda de prensa. Y el sol aún brilla, pero sobre Europa se acumulan ya bastantes nubes.
Bruselas identifica los desastres naturales, particularmente agravados por el cambio climático, las crisis inducidas como las pandemias o los accidentes industriales, las amenazas híbridas como los ciberataques o los ataques a infraestructuras, y la posibilidad real de un conflicto bélico como principales preocupaciones. Ante eso, busca maneras de garantizar que la población, los gobiernos y el sector privado estén listos.
«Desde fuegos hasta ciberataques contra nuestras infraestructuras críticas, las nuevas realidades exigen preparación«, ha dicho la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen. «Nuestros ciudadanos, nuestros países miembros, nuestros negocios necesitan las herramientas adecuadas para prevenir crisis y reaccionar rápido cuando les glopee el desastre», ha añadido la alemana.
Para Mintsatu, una política de preparación es una cuestión “de inteligencia y responsabilidad”. Como una póliza de seguros, está pensada para reducir el daño en el peor de los escenarios. En este sentido, las propuestas del ejecutivo comunitario aspiran a mejorar la capacidad de anticipación, de preparación y de respuesta europea.
Reservas
La medida que más revuelo ha causado es la llamada que hace Bruselas a que los ciudadanos tengan en casa un kit de supervivencia con agua, comida, una linterna, una radio, baterías o medicinas, que les permita subsistir sin suministros al menos 72 horas. También publicará la Comisión una guía para que los gobiernos consideren la disponibilidad de refugio para la población.
También ha propuesto la Comisión tener planes específicos en sectores clave como la sanidad, la educación, el transporte, las telecomunicaciones para garantizar los servicios básicos en caso de crisis. Además, la Unión propone crear una “reserva estratégica” que cuente con aviones de extinción, reservas de energía, medios especializados en armas químicas o biológicas, pero también medicinas o agua y comida.
Aunque la UE huye del discurso alarmista, reconoce que existen vacíos importantes en su capacidad de respuesta. Un buen número de países llevaban meses pidiendo una estrategia de preparación coordinada. Porque las diferencias, no ya en la percepción de la amenaza sino en la capacidad de respuesta, son notables en todo el territorio europeo.
Mînzatu ha reconocido de hecho que ella no estaría lista porque no tiene lo necesario en casa. “Soy un buen ejemplo de lo que tenemos que tener esta Unión de la preparación”, ha dicho la vicepresidenta que se ha referido a los fuegos en Grecia o la dana en Valencia como ejemplos de eventos extremos que nunca pensamos que nos va a tocar vivir, hasta que pasa.
“Tenemos que hablar con nuestros ciudadanos, con todas las generaciones, todos los hogares, los que son más vulnerables… Todos necesitan estar informados, todos necesitan estar equipados,” ha insistido la rumana. Una preparación que pasa no solo por saber cómo actuar en caso de emergencia sino frente a amenazas híbridas como la desinformación.
Precisamente educar a la población es uno de los pilares fundamentales de la estrategia. La Comisión asegura que la mayoría de los ciudadanos europeos reconocen no saber cómo reaccionar ante una emergencia. Bruselas quiere cambiarlo introduciendo formaciones en los colegios y campañas de sensibilización ante desastres.
La Comisión incluye el fomento del voluntariado también como una medida importante, que pueda contribuir a la formación de los ciudadanos. Destaca además la importancia de la sociedad civil en tiempos de crisis, pero también el valor de los profesionales como los servicios de emergencias o los bomberos. Pero descarta la conscripción. “No recomendamos el servicio militar”, ha dicho Lahbib.
Mejor coordinación
La UE no aspira a reemplazar los modelos existentes. En situación de crisis, son a menudo las autoridades locales quienes están mejor preparadas porque conocen mejor el terreno. Pero sí aspira a mejorar la coordinación entre instituciones, entre países y hasta entre sectores porque buena parte de las amenazas a las que se enfrenta Europa “no entienden de fronteras y requieren un esfuerzo y una respuesta común”, ha dicho Mînzatu.
“Por eso estamos creando un nuevo centro de coordinación de crisis de la UE para coordinarnos mejor en caso de crisis”, ha explicado la comisaria. El objetivo es poder apoyar a los gobiernos en la gestión, pero también reforzar la capacidad de respuesta de la propia UE.
Mintsatu ha insistido además en que todo este proceso no empieza desde cero. Todo el trabajo de adaptación al cambio climático, la respuesta a la pandemia de COVID-19 o incluso a las consecuencias de la crisis energética derivada de la invasión rusa de Ucrania han sentado las bases de este trabajo. “La pandemia de COVID ha demostrado que el valor añadido de actuar juntos en solidaridad, en coordinación, en el marco de la Unión Europea que es absolutamente crucial, nos hace más eficientes, más fuertes”, ha añadido la vicepresidenta.
El colegio de comisarios ha tenido además su primera reunión centrada en cuestiones de seguridad, una medida que la presidenta Von der Leyen anunció el pasado mes de febreor. El objetivo es que también los miembros de la Comisión también estén correctamente informados de las posibles amenazas para prevenirlas y hacerles frente.