Hay mucha gente aficionada a la colección de objetos, ya sean antigüedades como sellos, relojes, chapas o estampillas, como elementos más modernos. La cuestión es reunir piezas de un posible valor sentimental o, por contra, tomarlo como un pasatiempo o afición.
Los mercados de compraventa
Algunos de estos coleccionistas se relacionan con otros en los mercados de segunda mano, ya sean físicos u online, donde se venden piezas únicas.
En el caso del mercado de monedas, por ejemplo, se ha descubierto que las personas aficionadas a recolectar estas divisas antiguas pueden llegar a pagar cantidades sorprendentes por una simple moneda.
Las condiciones suman dinero
Pero, ¿cuáles son las condiciones que las hacen tan preciada? La numismática ha crecido desde la aparición de plataformas como eBay, donde los coleccionistas y especialistas en monedas y medallas han podido crear su propio mercado, y hacen que las monedas se revaloricen según su demanda y condiciones.
Algunos de estos aspectos son los que los numismáticos tienen en cuenta a la hora de comprar y vender monedas:
- Las ediciones especiales que se acuñaron para eventos históricos.
- El estado de conservación de piezas que casi nadie ha tenido en sus manos y mantienen un buen estado.
- La escasez en el mercado, es decir, la ley de la oferta y la demanda: contra menos oferta de la pieza, mayor cotización.
- El interés de coleccionistas extranjeros que buscan piezas nacionales.
Antes 25 pesetas, ahora un millón
En portales como Ebay se han encontrado muchos usuarios que venden monedas por una fortuna, en especial, una moneda de 25 pesetas que ha llegado a registrarse por un millón de euros.
Esta moneda, que hace más de dos décadas apenas hubiese dado para comprar una bolsa pequeña de patatas, o peor, hubiese quedado olvidada en un bolsillo, hoy podría llegar a valer una cantidad desorbitada.
Esto es debido a su rareza y a su estado de conservación, sumado a la nostalgia de volver a tener una peseta de este tipo en las manos.
Olimpiadas de Barcelona
Es lo que sucede con una moneda de 25 pesetas plateada, de las Olimpiadas de Barcelona 92, y que no se llegó a poner en circulación -es decir, se adquirió directamente en un banco-, hecho que podría explicar que haya sido puesta a la venta por un millón de euros.
Las plataformas de compraventa no recogen precios fijos en este mercado, ya que sufren muchas variaciones debido a sus determinadas características.
Por ejemplo, también se pueden encontrar monedas más baratas, como una moneda conmemorativa de las Olimpiadas de Barcelona, aunque también se trate de 25 pesetas, está valorada entre 2.500 y 3.600 euros, pero, en este caso, por su conservación impecable.
Un protocolo contra la falsificación
Con tal de que la venta se desarrolle de manera correcta, existe un protocolo. Es necesario comprobar que la pieza aparece en las listas oficiales de divisas retiradas del Banco de España. También debe fotografiarse con una cámara de buena calidad para mostrar el estado real de la moneda.
Y, por último, y para evitar problemas, es esencial revisar las normativas de la compraventa de monedas antiguas, especialmente cuando se trata de un comprador o vendedor internacional.