El expresidente de la mezquita de Ripoll (Girona) que contrató al imán Abdelbaki Es Satty, que adoctrinó a los jóvenes que constituyeron la célula terrorista que cometió los atentados del 17-A en Barcelona y Cambrils, aseguró en la comisión de investigación constituida en el Congreso que nadie les advirtió de que tenía antecedentes penales, porque de haberlo sabido nunca habría sido contratado.
Ali Yassine señaló que desde los atentados cuando se produce este tipo de contratación se traslada más la documentación a los cuerpos policiales y que al imán actual se le ha pedido el registro de antecedentes penales, porque se ha perdido la confianza. Y que cuando contrataron en 2015 a Es Satty el Ministerio de Trabajo debería haber contrastado los datos con el de Interior, porque ellos ignoraban que hubiera estado en prisión.
No obstante, también señaló que nunca recibieron una queja sobre él ni en sus discursos se apreció radicalización alguna. De hecho, señaló que solo le despidieron cuando quiso irse tres meses de vacaciones a Marruecos en vez del que le correspondía. Lo que coincide con el anterior compareciente en la comisión, Fernando Reinares, investigador y exdirector del programa de radicalización violenta y terrorismo global del Real Instituto Elcano.
Reinares señaló que «Es Satty era un paranoico de la seguridad y el modo en que su liderazgo estaba muy bien establecido». Cómo «delegó las funciones en los miembros revela que no era solo hábil y eficaz, sino que estaba bien adiestrado al respecto. Su cariz de impostor no levantó sospechas en nadie del entorno de seguridad o su propio entorno social lo desarrolló con notable eficacia».
Por su parte, Es Satty señaló que los cambios de comportamiento que se habían producido en los jóvenes a los que adoctrinó solo fueron detectados por los más próximos y no se hicieron públicos hasta después de los atentados. «A nosotros nos afectó mucho. ¿Qué ha podido conseguir con eso? ¿Se ha convertido la gente de Barcelona o de España al islam? Lo que trajo Es Satty al islam es una ruina, porque matar gente no lo dijo el islam nunca», respondió a la pregunta de que había supuesto lo hecho por el imán.
Pese a que ahora en Ripoll gobierna el partido ultraderechas de Alianza Catalana, Yassine consideró que el pueblo entendió que no había sido culpa suya y se preguntó si la alcaldesa creía que «en Marruecos o en Alemania no había inmigrantes». Lamentó lo ocurrido, porque «la gente se mata para venir en pateras aquí», mientras que los jóvenes que formaron la célula estaban bien.