Un estudio ha demostrado que la conocida “ilusión de la mano de goma” puede reducir significativamente la percepción del dolor. Los investigadores sugieren que la ilusión sobre una extremidad artificial puede alterar la percepción del dolor en tiempo real, proporcionando implicaciones potenciales para nuevas terapias.
Un equipo de investigadores de la Clínica de Medicina Psicosomática y Psicoterapia del Hospital Universitario LWL en Bochum, Alemania, han concluido en un nuevo estudio publicado recientemente en la revista PAIN Reports que la denominada «ilusión de la mano de goma» puede utilizarse para aliviar realmente el dolor, abriendo nuevas posibilidades en el tratamiento de pacientes con dolor crónico.
La «ilusión de la mano de goma» es un fenómeno que ha permitido a los científicos explorar la percepción corporal y la integración multisensorial en el cerebro humano. La misma se produce cuando una persona percibe una mano falsa como si fuera parte de su propio cuerpo.
Para inducir esta ilusión, se oculta la mano real y se coloca una mano de goma a la vista. Al aplicar estímulos táctiles de manera simultánea y sincronizada tanto en la mano real que ha quedado oculta como en la mano de goma visible, el cerebro integra la información visual y táctil, generando la sensación de que la mano de goma es realmente parte del cuerpo.
Combinación de estímulos
Según una nota de prensa, los científicos alemanes exploraron una variante de la ilusión de la mano de goma empleando estímulos térmicos en lugar de táctiles. Participaron 34 personas diestras: a estos voluntarios se les ocultó la mano izquierda detrás de una pantalla, colocándola sobre un dispositivo especializado que puede calentarse de manera controlada.
Frente a ellos se colocó una mano de goma, que podía iluminarse con luz roja. Al mismo tiempo, los participantes usaron su mano derecha para evaluar continuamente la intensidad del dolor causado por el calor en su mano izquierda oculta.
A lo largo del experimento se aplicaron estímulos térmicos en la mano real oculta a diferentes temperaturas, algunas por debajo y otras por encima del umbral de dolor individual de cada participante. En forma simultánea, la mano de goma se iluminaba con luz roja.
Posibles aplicaciones terapéuticas
La combinación de estímulos térmicos y visuales logró inducir la «ilusión de la mano de goma», un dato que fue confirmado por encuestas realizadas a los participantes después de cada serie de experimentos. Pero lo más importante es que los resultados del estudio mostraron que la intensidad del dolor percibido se redujo realmente debido al fenómeno.
Referencia
Time course of the rubber hand illusion–induced analgesia. Mosch, Benjamin et al. PAIN Reports (2025). DOI:https://www.doi.org/10.1097/PR9.0000000000001252
Los investigadores sugieren que este efecto se debe a la integración multisensorial de la información visual, nociceptiva o relacionada con el dolor y propioceptiva, que se refiere a la percepción de la posición y movimiento del cuerpo. Este hallazgo tiene importantes implicaciones clínicas, ya que indica que la «ilusión de la mano de goma» podría utilizarse como una herramienta terapéutica para aliviar el dolor.
En otras palabras, manipular la percepción corporal a través de la integración multisensorial permitiría reducir la intensidad del dolor percibido, sin necesidad de intervenciones farmacológicas. Sin embargo, aunque los resultados son prometedores, los investigadores aclararon que se requieren más investigaciones para comprender completamente los mecanismos detrás de este efecto y su potencial aplicación.