Torres, el ministro curtido con la gestión de las crisis que ahora frena por el cáncer

«Solo te falta ya una invasión alienígena«. Sus compatriotas se lo decían medio en broma, medio en serio. No la hubo, claro, pero casi, porque en diciembre de 2022 un meteorito cruzó el cielo de las islas y ocasionó un enorme estruendo en Gran Canaria. Su equipo lo cuenta con humor porque sabe que es cierto algo de la leyenda de que el jefe, Ángel Víctor Torres, es un auténtico imán para las adversidades. Le tocó gestionar múltiples crisis cuando era presidente de Canarias, entre 2019 y 2023, y ha tenido que afrontar unas cuantas más desde que asumió el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática, hace 16 meses. Pero ahora tal vez ha de escalar una de las montañas más escarpadas de su vida: el cáncer de próstata. La enfermedad que le obligará a ralentizar su agenda oficial y por la que tendrá que parar un tiempo, espera que corto, una vez que sea operado a finales de abril en su tierra, en Gran Canaria.

Ángel Víctor Torres (Arucas, Las Palmas, 30 de marzo de 1966) llevaba tiempo de médicos. Pero fue esta pasada semana cuando recibió el diagnóstico. Dos tumores malignos en la próstata, pero «operables», y que se le extirparán. A falta de una última prueba, programada para esta semana, no hay metástasis.

El ministro lo habló con su equipo, se lo comunicó a sus compañeros en el Gobierno. «Lo sabíamos desde hace días, pero nos impactó en ese momento«, comentaba uno de ellos a este diario. La noticia iba prendiendo, todavía en pequeños círculos. Le llegaron mensajes y llamadas de preocupación. Sabía que tenía que hacerlo público. Y decidió hacerlo este domingo. Porque estaba «en casa»: en su Gran Canaria natal. Clausuraba el 15º Congreso insular, en el que salió reelegido Chano Franquis. Y lo anunció. Ante todos, ante las cámaras. «Las cosas caminarán, seguiré en activo y regresaremos más fuertes«, aseguró con «optimismo». Y aunque él mismo aclaró que no se retiraba ni de la política ni del ministerio, primero se trasladó erróneamente que se marchaba. No será así.

El ministro llevaba tiempo de pruebas, hasta que le diagnosticaron el cáncer de próstata la pasada semana. Sus compañeros lo sabían «desde hace días». Él decidió hacerlo público «en casa», en Gran Canaria

Por ahora, Torres adelgazará su agenda en estas semanas previas a la intervención quirúrgica, luego sí que parará el tiempo que le indiquen los especialistas, que también tendrán que determinar si ha de seguir algún tratamiento posterior. «Hay Torres para rato«, insistió, positivo. Los que le conocen bien subrayan que esa es su forma de ser. «Puro Ángel. Un auténtico optimista«, indica una dirigente muy cercana. En la Moncloa confirman que no hará falta, «en principio», que sus competencias sean temporalmente asumidas por otro ministro.

A Torres, primero en Canarias y luego en el resto del país, «la gente le ha ido descubriendo de la nada«. Y a golpe de crisis. Cuando fue elegido presidente del Gobierno de las islas, en 2019, en virtud del Pacto de las Flores que firmó con Nueva Canarias (NC), Podemos y Agrupación Socialista Gomera (ASG), no le precedía una trayectoria política regional. Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de La Laguna, profesor de instituto de carrera, secretario general del PSOE canario desde 2017, había sido alcalde de su municipio, de Arucas, entre 2003 y 2007 y desde 2011 a 2015, y también diputado en el Congreso (2009-2011) y vicepresidente primero del Cabildo de Gran Canaria entre 2015 y 2019. Pero desde que se hizo con el Ejecutivo autonómico, el primer socialista en 26 años, se agolparon toda suerte de adversidades. Devastadores incendios forestales —el que afectó a Gran Canaria en agosto de 2019, apenas un mes después de llegar al cargo, devoró durante 20 días 9.800 hectáreas—, la quiebra del grupo británico Thomas Cook —la agencia de viajes más antigua del mundo—, la densísima calima que inutilizó los ocho aeropuertos de las islas durante dos días, la pandemia del covid de 2020, la erupción del volcán de La Palma de septiembre de 2021, el estallido del caso Mediador (o Tito Berni) en febrero de 2023. Era inevitable pensar que podía ser algo gafe, aunque intentó hacer de ello algo positivo: «Pobre, yo creo que por eso genera tanta empatía«, indica uno de los principales cargos de la federación.

Ya con los brutales fuegos de 2019 el dirigente socialista aplicó una receta que replicaría prácticamente calcada en las siguientes crisis: comparecencias ante los medios a diario, acompañado de técnicos. «No era un presidente que dejara pasar las cosas —relata un miembro de su equipo que le ha acompañado en estos últimos seis años, en las islas y en Madrid—. Y cuando pasaba algo, se sentaba con el sector, se esforzaba en el diálogo. E intentaba ser pedagógico. Le beneficiaba su trayectoria profesional, su pasado como profesor de Lengua y Literatura. Era claro, no decía mentiras. Se ganó la fama de bonachón, de ser un político que busca acercar posturas. Siempre tuvo clara esa línea de comunicación con la ciudadanía. Se labró una imagen de político cercano, que decía la verdad, que explicaba lo más difícil, que siempre estaba ahí».

Encadenó los incendios, la quiebra de Thomas Cook, la calima, la pandemia, la erupción del volcán de La Palma. La serie de crisis «ha generado empatía» en la gente, defienden los suyos. Su receta fue comparecer desde el primer día y ser «pedagógico»

En las elecciones de mayo de 2023, él también sufrió el tsunami que se llevó por delante al PSOE. Perdió el Gobierno regional, pese a ganar los comicios, por la suma de Coalición Canaria y PP. El partido, no obstante, quedó primero en las generales de julio, también en las europeas de junio de 2024. No era de los barones más destacados del partido: su perfil era más discreto y jamás protagonizó ninguna declaración contraria a Ferraz. Su alineamiento con Sánchez estaba fuera de toda duda. Una relación que se afianzó durante la crisis en La Palma: la presencia del jefe del Ejecutivo y de sus ministros en la isla fue constante en aquellos meses.

«Pionero» en la recuperación de la memoria

En noviembre de 2023, tras la investidura, se contaba con que Sánchez podía contar con alguno de los presidentes caídos en la ola de mayo. El elegido finalmente fue él, Torres. El líder socialista le asignó Política Territorial —un área que dominaba por su reciente experiencia como mandatario autonómico— y Memoria Democrática, un tema con el que se sentía muy cómodo porque, como recuerdan los suyos, fue «pionero», ya que en Arucas, su pueblo, al norte de Gran Canaria, consiguió fondos para exhumar a represaliados de las fosas.

Tras perder el Ejecutivo regional, pese a ganar los comicios, Sánchez lo aupó a su Gobierno, y ha gestionado la cuestión del reparto de menores o la comisión por las consecuencias de la dana

Poco a poco, Torres fue ganando más peso y proyección. El presidente le encargó dirigir la Comisión Interministerial de Inmigración, muy activa en lo que va de legislatura por la negociación para el reparto obligatorio de menores extranjeros no acompañados desde Canarias y Ceuta. Conversaciones que culminaron por fin el pasado martes, cuando el Consejo de Ministros aprobó el decreto ley que permitirá el traslado a la Península de miles de chavales, y que tiene garantizada su convalidación por el pacto con Junts. «Un éxito rotundo», apuntan en su departamento, pese a que «no ha sido nada fácil y ha nadado contra marea«. También fue el rostro del Ejecutivo tras las reuniones de Sánchez con todos los presidentes autonómicos y se encargó de dirigir la comisión gubernamental por las consecuencias de la dana, porque «sabía de catástrofes como nadie». «El presidente le escucha mucho. Por ejemplo, la tramitación de las ayudas a Valencia por la riada ha mejorado respecto a las que se concedieron por el volcán de La Palma, gracias a su experiencia. Y en inmigración es una voz autorizada. Le gusta mucho la gestión y se implica, no está de perfil en nada. No sabe estarlo», cuentan en su entorno más cercano.

Ya como ministro, le afectó también el estallido del caso Koldo. Primero, porque el Gobierno canario que él presidía compró 5,3 millones de mascarillas a la empresa Soluciones de Gestión, vinculada al presunto cabecilla de la trama, Víctor de Aldama. El titular de Política Territorial ha reconocido que pudo haber habido errores, ha repetido que quienes tomaron la decisión de la adquisición fueron los técnicos, pero siempre ha negado que se lucrara. Igual que ha negado haber cobrado mordidas o haber usado un piso en Madrid para encuentros con mujeres prostituidas. El mes pasado, en una insólita rueda de prensa en su departamento, refutó con tres certificados de compañías aéreas, de Binter e Iberia, las acusaciones de Aldama. El empresario aseguraba que la noche del 9 al 10 de noviembre de 2018 Torres ocupó un apartamento en la calle de Atocha de Madrid junto al exministro José Luis Ábalos y su mano derecha, su asesor Koldo García. Pero el hoy titular de Política Territorial, que ni siquiera era presidente de las islas, sino vicepresidente del Cabildo grancanario, probó que estaba realmente en Canarias. «Esa demostración de honradez le ayudó también», precisan sus colaboradores.

Le salpicó el ‘caso Koldo’ por la contratación de mascarillas a la empresa de Aldama. El empresario le acusó de cobro de mordidas y de acudir a un piso con mujeres prostituidas, algo que él ha negado siempre

Esas acusaciones, señalan en el ministerio y en la cúpula de la federación, dolieron mucho a Torres. Por eso quiso salir a desmentirlas rápidamente, y con papeles, fiel a su estilo de «dar la cara, de no esconderse». Esas «mentiras» le afectaban en su esfera más íntima. El ministro, señalan, es un hombre «muy familiar», casado desde noviembre de 2019 con Ivana Hernández, psicóloga en el Ayuntamiento de Arucas, padre de un pequeño, Miguel, de apenas 10 años. El crío que le gritó «papi, papi» cuando tomó posesión como presidente autonómico.

«Siempre que puede lleva a su hijo al cole o lo va a buscar. Ahora es más complicado, porque está en Madrid parte de la semana, pero cuando era presidente… Intentaba siempre dormir en casa, aunque tuviera que volar a las 22 horas y volver a Tenerife a las 7 de la mañana. Una matada, pero lo hacía, porque así al menos veía a su hijo un ratito. Los que sabemos cómo es su vida personal, y los esfuerzos que ha hecho siempre, tenemos claro que su familia es su pilar, más si cabe durante todo este tiempo», comenta una dirigente muy próxima. Y aporta una anécdota: «Era Halloween, estábamos en Fuerteventura y tuvimos que parar para que se comprara un disfraz para llegar a la fiesta de su hijo con algo. Y todos flipábamos». Añade otro dato: quiso que en el spot de la campaña de 2023 apareciera su padre, Bonifacio, Fafo, fallecido recientemente (su madre murió cuando él niño), el que ilustra su perfil de WhatsApp. «Ese es Ángel: familiar, cocinillas, amigo de sus amigos, un tío normal». «Es muy buen tío», le describe un compañero de Gabinete. Un «hombre afable«, abundan en su entorno.

Del barrio humilde de La Goleta, en Arucas

Torres, que cumplirá el próximo domingo, 30 de marzo, 59 años, pasará más tiempo a partir de ahora en las islas, para tratarse de su enfermedad. Tiene tres hermanos, vive en un municipio cerca de Arucas, junto a su mujer y su hijo. Es un hombre hogareño, señalan en el ministerio y en el partido, al que le gusta mucho cocinar y cuidar su pequeño huerto. «Planta papas«, ríe una de las personas de su máxima confianza, «es que él hace de comer para toda la familia. Muchas veces te llama mientras está comprando y como la gente le para, te tiene que colgar». Torres, lo ha contado él mismo, se crio en las calles de La Goleta, un barrio humilde de Arucas, «donde la gente se fue construyendo sus casas».

En su equipo destacan que es un hombre «muy familiar», un dirigente de carácter «conciliador», que en la política «no ve rivales» y que prioriza la gestión

Su entorno destaca su carácter «conciliador«, componedor, su facultad de entenderse hasta con sus adversarios políticos. Lo demostró, insisten, con el volcán de La Palma, cuando desde el primer día «se sentó con el presidente del cabildo [Mariano Hernández Zapata, del PP, hoy consejero del Gobierno autonómico], con los alcaldes de los municipios afectados y con el ministro Félix Bolaños». «Se procuró tomar las decisiones de manera conjunta, con lealtad absoluta. No había cálculos, a diferencia de lo que ha pasado con el president Carlos Mazón con la dana», resaltan. «En la política no ve rivales, sino utilidad para un bien general. La gestión es una prioridad para él», agregan.

Torres recibió un aluvión de mensajes públicos y privados de afecto y apoyo ahora que atraviesa una situación personal que él reconoció «complicada«. Empezando por Sánchez y por sus ministros. Pero también le mostraron su solidaridad dirigentes de Coalición Canaria —el presidente de las islas, Fernando Clavijo, la exdiputada nacional Ani Oramas y su sustituta en el escaño en Madrid, Cristina Valido—, de Nueva Canarias, del PP —el vicepresidente regional y líder autonómico del partido, Manuel Domínguez, o el consejero y expresidente de La Palma Mariano Hernández Zapata—. No así Alberto Núñez Feijóo, ni Cuca Gamarra, ni Miguel Tellado. En el Consejo de Ministros, Torres ha tejido complicidades con la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, con los responsables de Presidencia y Transformación Digital, Félix Bolaños y Óscar López. También con Elma Saiz (Migraciones) y Sira Rego (Juventud e Infancia), con las que ha trabajado el decreto ley de derivación de menores migrantes, con Diana Morant (Ciencia) más a raíz de la dana, y con la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y Ernest Urtasun (Cultura) y Pablo Bustinduy (Derechos Sociales).

El ministro recibe multitud de mensajes de afecto de sus compañeros de partido y de otras formaciones. Quiere billete de regreso a las islas, para ser candidato otra vez, pero todo dependerá de su recuperación

El ministro quiere billete de regreso hacia las islas. Ha sido reelegido como líder del PSOE en Canarias, ha mantenido como su número dos, al frente de Organización, a la tinerfeña Nira Fierro, pretende repetir como candidato en 2027 para recuperar el Gobierno autonómico, porque «ahora mismo no hay relevo». Pero ahora todo queda supeditado a su recuperación. «Vamos poco a poco —confían con esperanza en la dirección regional del partido—. Se lo vamos a poner fácil. Lo primero es lo primero. Este domingo se quitó presión al contarlo. Lo importante es que está bien. Con ánimo y lleno de cariño«.



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