El economista francés Thomas Piketty, el politólogo Francis Fukuyama, la Nobel de Literatura Annie Ernaux, y los filósofos Nancy Fraser, Judith Butler y Slavoj Žižek han firmado un manifiesto —apoyado por 2.600 catedráticos de todo el mundo— en el que se solidarizan con los estudiantes serbios y piden una investigación sobre la posible utilización de cañones sónicos durante las protestas anticorrupción de los jóvenes, que ya han entrado en su quinto mes de protestas continuadas.
El texto condena el uso de «armas menos letales» y la perturbación sónica de gran intensidad que provocó pánico masivo y una estampida entre los manifestantes pacíficos durante un homenaje de 15 minutos de silencio a las víctimas del derrumbe de la marquesina de hormigón de la estación de Novi Sad en noviembre pasado, lo que dio inicio a la movilización.
Investigación
«Este suceso se percibe como un síntoma de la corrupción sistémica, el fracaso institucional y la falta de rendición de cuentas«. Por eso, «la comunidad académica global insta a las autoridades serbias a llevar a cabo una investigación inmediata sobre estos hechos y a responsabilizar a quienes implementaron medidas ilegales contra manifestantes pacíficos«, han escrito.
«Asimismo, se exhorta a académicos de todo el mundo a unirse en la condena de estos actos y reafirmar su compromiso con los derechos y libertades fundamentales», han añadido. Además, «el llamamiento denuncia la continua intimidación y campaña de desprestigio contra el rector de la Universidad de Belgrado por parte del régimen serbio, en respuesta a su apoyo a las demandas estudiantiles», se concluye.