Con la derrota ante el Bergantiños (0-2), Luisito todavía no conoce la victoria tras cinco encuentros dirigiendo a la SD Compostela. El técnico teense fue muy autocrítico en rueda de prensa, aunque también destacó la mejoría de los suyos, las polémicas arbitrales y sobre todo, que él nunca va a rendirse.
«En la vida estoy acostumbrado a luchar y faltan 18 puntos. Está difícil, esto son dinámicas y son complicadas. Estamos en una mala, muy mala, y todo lo que pasa te perjudica más de lo normal. Yo hoy no puedo excusarme solo en el árbitro, pero en el primer gol hay una falta a Markitos y el penalti es de risa. En la segunda parte era expulsión de Cristian Moreno y no le saca la segunda amarilla…», señaló nada más empezar Luisito, visiblemente cabreado con las decisiones de Gómez Lameiro en el partido.
Luisito, desesperado con el arbitraje en la banda del Vero Boquete / Jesús Prieto
Respecto al juego de los suyos, el técnico teense cree que se dio un paso adelante aunque, al igual que comentó Jorge Cuesta, las dinámicas marcaron el resultado: «Canedo le hizo un paradón a Kike, un par de ocasiones que llegamos a línea de fondo y elegimos mal, y ellos en la primera nos penalizan. Tenemos la desgracia de que para el penalti Rabanillo y nos meten el rechace… Parece que si digo esto estoy llorando, pero es la realidad. Así como el otro día estuvimos mal, hoy nos penalizó estar en la dinámica que estamos. Lo más normal sería que el remate de Barreiro fuese el 1-1 y se va al palo. Hay que buscar una dinámica buena, ir a Llanera y ganar porque solo nos vale la victoria y creo que son de los mejores equipos de la segunda vuelta».
Para preparar esa visita al Pepe Quimarán, Luisito tiene claros los aspectos a corregir durante la semana: «El problema más grande que estamos teniendo es que somos débiles en las áreas. Pudimos empatar, pero tenemos la desgracia de no ser capaces de meter un gol. Desde que estoy aquí metimos uno y mirad la cantidad de ocasiones que generamos. Está de ‘no quiero’, pero mientras vida hay esperanza y vamos a luchar con todo. El equipo se entregó e hizo muchas cosas que entrenamos».
Por último, el entrenador del Compos mostró su dolor por la situación del equipo a la par que aseguraba que no piensa rendirse: «Llevo muchos años en esto y recibí muchos palos, y este es otro muy duro porque es mi equipo. A este club lo quiero como un hijo y esto es durísimo, pero si hay una persona que no va a bajar los brazos soy yo, nunca. Voy a pelear como si pelease por un hijo. Estamos en una dinámica muy complicada, es evidente, pero hay que agarrarse a ganarle al Llanera, no a excusas. Hay cosas que hacemos mal, pero en las que hacemos bien no estamos consiguiendo premio y ese es nuestro problema. Tenemos que tratar de tener una pizca de suerte más en eso».