Juan Manuel Vargas. Foto: Andina
El histórico exfutbolista peruano Juan Manuel Vargas volvió a pisar el estadio Artemio Franchi, esta vez como invitado especial en el partido de despedida de Giuseppe Rossi. El evento reunió a grandes figuras del pasado, en una jornada cargada de emociones y nostalgia para la afición de la Fiorentina de Italia.
«Volver a Florencia es emocionante; hacía diez años que no volvía. Estaba muy contento de estar aquí, y le agradezco a Pepito la invitación. En la banda izquierda hice todo lo posible. Sigo a la Fiorentina en los partidos importantes», expresó Juan Manuel Vargas sobre su reencuentro con la ciudad que lo vio brillar en la Serie A.
El exlateral peruano formó parte del equipo oficialista de la Fiorentina, junto a grandes nombres como Francesco Toldo, Martin Jørgensen, Gonzalo Rodríguez, Milan Badelj, David Pizarro, Borja Valero, Alberto Aquilani, Giuseppe Rossi, Luca Toni y Gabriel Batistuta. Sin embargo, la victoria quedó en manos del Pepito Team, que se impuso por 7-5.
Durante el encuentro, Gómez, Ilicic (doblete), Lupoli, Flachi y De Vita marcaron para los ganadores. En tanto, el equipo viola descontó con goles de Toni, Batistuta, Rossi (doblete) y Riganò. El ‘Loco’ Vargas disputó una hora del partido y se retiró entre aplausos de los hinchas, quienes aún lo recuerdan con cariño.
Tras su participación en el evento, el exfutbolista compartió su emoción en redes sociales. «Diez años después, la historia vuelve a repetirse», escribió en su cuenta de Instagram, acompañando el mensaje con imágenes que evocaban su glorioso paso por la Fiorentina.
Un ícono de la Fiorentina
Juan Manuel Vargas llegó a la Fiorentina en 2008, tras su destacada etapa en el Catania y su ascendente rendimiento con la selección peruana. Su presencia en el club italiano dejó huella, consolidándose como un jugador clave por su versatilidad, técnica y potente disparo.
Durante su paso por el equipo viola, el Loco no solo brilló en la Serie A, sino que también contribuyó a la participación del club en torneos europeos, dejando una marca imborrable en la historia de la institución. Aunque su ciclo en la Fiorentina terminó en 2014, su regreso a Florencia para el homenaje a Rossi demostró que su legado sigue vivo en el corazón de los hinchas.
