La abogada ha criticado también la estrategia de la defensa, que ha calificado de «muy agresiva y difamatoria» con ataques contra las denunciantes que contribuyen a su «victimización».
La letrada también ha subrayado que «Gérard Depardieu se beneficia de un trato de favor» porque normalmente una acusación de este tipo se juzgaría de forma más expeditiva, en medio de otros procesos, no durante dos días, y porque si no fuera él «probablemente» estaría bajo control judicial.
Preguntada sobre si su clienta quiere que el intérprete sea condenado a la pena máxima posible, cinco años de cárcel y 75.000 euros de multa, Vincent ha respondido que «nuestra cuestión no es la pena» y que lo que quiere su clienta es «poder explicarse» ante el tribunal y que sea declarado culpable. «La pena no repara», ha subrayado.
El juicio contra Depardieu se tendría que haber celebrado en octubre, pero entonces fue aplazado porque el actor presentó un certificado médico que señalaba que no estaba en condiciones de afrontarlo por su estado de salud.
Ante ese antecedente, se le ha sometido a un peritaje médico que ha establecido que ahora sí que puede comparecer, pese a sus problemas cardíacos y a su diabetes, pero con un régimen particular.
En concreto, las audiencias no deberán durar más de seis horas y el actor, de 76 años, tendrá a su disposición una sala de descanso donde podrá ser examinado por un médico y un baño privativo al que podrá ir cuando quiera.
El de hoy podría no ser el último juicio en el que Depardieu tiene que sentarse en el banquillo acusado de agresiones sexuales ya que ha sido objeto de una veintena de denuncias en los últimos casos y en uno de esos ha sido inculpado por violación.
En el origen de ese caso está la actriz Charlotte Arnould, que a finales de agosto de 2018 denunció haber sido violada dos veces ese mismo mes en el domicilio del actor en París.