Quienes vivimos en el Noroeste sabemos que esta es una tierra afortunada. Rica y diversa. Única. Con un pasado extraordinario, un presente ilusionante y un futuro cargado de expectativas. Quienes vivimos en el Noroeste sabemos que esta tierra es un tesoro cultural, histórico, natural casi sin parangón. Sabemos que de aquí salen los productos más exquisitos, ya sea de mar o de tierra. Sabemos que es tierra fértil en talento, en creatividad en ingenio. En esfuerzo y sacrificio. En emprendimiento. Tierra de grandes conquistas (o reconquistas), proezas y logros. Quienes vivimos en el Noroeste estamos orgullosos de nuestra tierra. Pero también somos conscientes de que el Noroeste –Galicia, Castilla y León y Asturias– pudiendo tenerlo todo, no lo tiene. Existen debilidades, déficits, amenazas, riesgos. Sombras en el horizonte.
Muchas carencias son endémicas, físicas, cuantificables, pero otras son de otra índole. Una de ellas está a punto de ver su final porque Prensa Ibérica, el grupo editorial líder de la información regional en España, lanza el Foro del Noroeste, una cumbre inédita que reunirá a los más importantes líderes políticos, económicos y sociales de las tres comunidades. El Foro pretende erigirse el 13 de mayo en Santiago de Compostela en una extraordinaria ágora en la que dirigentes políticos, referentes empresariales, responsables de prestigiosas instituciones y organismos públicos van a compartir su visión sobre las fortalezas, las oportunidades y los desequilibrios de un territorio que trasciende la dimensión geográfica.
El Foro nace con la vocación de ser un puente de comunicación, un vínculo de unidad. Porque es mucho más lo que nos identifica que lo que nos separa. Lo que compartimos que lo que nos diferencia. Hasta ahora ese diálogo imprescindible entre territorios amigos, hermanos, carecía de una plataforma que lo visibilizase; de un altavoz que le permitiese expresar de forma colegiada sus extraordinarias potencialidades al tiempo que trasladar sus demandas. Carecía, porque el Foro del Noroeste surge con ese espíritu fundacional: diálogo, unidad, compromiso y reivindicación.
La trascendencia la avala la presencia de los tres líderes autonómicos: Alfonso Rueda, presidente de la Xunta de Galicia; Adrián Barbón, del Principado de Asturias, y Alfonso Fernández Mañueco, de la Junta de Castilla y León. Una muestra de su apuesta decidida por la implementación de soluciones comunes, compartidas. Algunas estratégicas y de largo recorrido, otras urgentes, de aplicación inmediata. Escenificarán los presidentes ante una valiosa y nutrida representación de la sociedad civil de las tres comunidades su comunión en lo esencial y, quizá, la discrepancia sobre cuestiones menores.
Este mensaje de unión es singularmente relevante en un contexto político, nacional e internacional, en el que la polaridad se ha convertido en uno de los ejes centrales de actuación. Un contexto en el que priman las diferencias y las críticas, la batalla y la derrota del adversario. El Foro del Noroeste aspira justamente a demostrar a los ciudadanos, tan necesitados de mensajes positivos, lo contrario: que existe otra forma de hacer política, de gestionar los recursos públicos, de servir con eficacia y honestidad al interés común. Desde el entendimiento, la cohesión y la solidaridad entre territorios. Guiados por un espíritu de equipo.
Entre los participantes también estarán los presidentes de las confederaciones de empresarios de las tres autonomías. Ellos expondrán las preocupaciones y también las esperanzas del sector privado. Y darán voz a las demandas, fundamentalmente dirigidas a las administraciones públicas, en su desafío por ser más competitivos en un mundo en permanente movimiento, que exige eficiencia máxima, reducción de costes, digitalización e internacionalización. En el que las fronteras han dejado de existir, pese a la oleada reaccionaria que se vive en estos tiempos de batalla arancelaria descarnada.
Será un encuentro al más alto nivel que se estrena con la obligación de ser útil. No es un espacio meramente de debate, sino de acción. De él deberán surgir propuestas concretas, medidas de acción para afrontar los numerosos desafíos de nuestro tiempo. En la jornada del 13 de mayo las infraestructuras tendrán un tratamiento relevante, una cuestión estratégica para garantizar el desarrollo económico y el progreso social de los tres territorios. También la energía. La batalla contra el cambio climático, la sostenibilidad y las políticas verdes ha venido para quedarse, aunque a la vista de los últimos vientos pudiera parecer lo contrario y estar en entredicho. La necesidad apremiante de potenciar las fuentes ecológicas da al Noroeste –territorio propicio como pocos– representa una extraordinaria oportunidad. La industria, el agro y el turismo serán abordados como otras formidables palancas de desarrollo.
El Foro del Noroeste es una cumbre que nace con vocación de continuidad. Porque carece de sentido y eficacia que sea flor de un día. El diálogo, el intercambio de puntos de vista y propuestas, para que sea productivo debe sostenerse en el tiempo. El diálogo no puede convertirse en un recurso de la acción política en momentos de urgencia, sino exactamente en lo contrario: el diálogo debe ocupar un papel central en una cultura política que aspire a atender las necesidades de sus territorios y ciudadanos.
El progreso de España nunca pasa por una visión excluyente que apueste por unos territorios y olvide a otros. Esa concepción insolidaria solo fomentará el desequilibrio y la frustración. Y está condenada inexorablemente al fracaso. Es la hora de que el Noroeste tenga voz. El Foro del Noroeste liderado por Prensa Ibérica asume ese compromiso público.