El automóvil es uno de los sellos de identidad del comercio exterior español, que ha tenido en los vehículos y sus componentes uno de sus grandes pilares de venta internacional. Sin embargo, el complejo momento que vive la automoción en el Viejo Continente –inmersa en una transformación eléctrica que todavía no triunfa y que convive con una ola de modelos procedentes de China y las amenazas arancelarias desde países como Estados Unidos– ha hecho que las matriculaciones se estanquen en la mayoría de los principales países europeos. Una falta de demanda cuya traslación ya se está dando en los datos de exportación de unos puertos españoles que cerraron 2024 a la baja y que, ya en este arranque de 2025, continúan sin repuntar.
Los puertos
En concreto, durante el ejercicio pasado, el balance de Puertos del Estado señaló que, con excepción de Vigo –una instalación favorecida por una planta como la de Stellantis que con el Peugeot 2008 como bandera se halla en claro crecimiento– que aumentó ligeramente (0,8 %), el resto de principales puertos nacionales cerraron a la baja comparados con 2023. En concreto, el puerto de Las Palmas perdía un 6,9 % de unidades trasladadas en 2024; el de Valencia –donde se suman también los datos de Sagunt– un 9,9 %; las instalaciones de Barcelona –enclave de llegada para Tesla y de salida para vehículos como los producidos en Martorell– caían un 13,7 % y Santander se desplomaba casi un 17 %.
En este arranque de año, por su parte, el dato de enero –el único en el que se recoge la situación a día de hoy de todas las infraestructuras– refleja que es Valenciaport el enclave que más tráficos de automóviles ha perdido (-48,8 %). No en vano, en este caso, buena parte de su operativa depende de una Ford Almussafes que se ha quedado con un solo modelo en producción –el Kuga–y que, hasta 2027, estará con un ERTE RED activado que provocará que durante alrededor de 80 días este año no salgan vehículos de sus líneas de producción.
Sin embargo, ¿qué está lastrando estos tráficos hacia el exterior para el sector? Como explica el director de Comunicación de la patronal de los fabricantes de vehículos (Anfac), Félix García, «el principal problema es que no exportamos coches porque no nos los piden». «Nuestros principales mercados son Alemania, Francia, Reino Unido e Italia. Si esos cuatro países se estancan, nuestras producciones también», incide el dirigente automovilístico sobre una realidad que los datos confirman.
La situación actual
Porque con la excepción del territorio británico, donde las matriculaciones crecieron un 2,6 % el pasado ejercicio, el resto de grandes mercados –según los datos de la patronal europea de fabricantes, ACEA– acabaron a la baja. Italia, por ejemplo, se dejó 8.000 ventas (-0,7 %) en un año, Alemania 27.000 (-1 %) y en Francia se realizaron más de 56.000 matriculaciones menos. Además, es relevante que en ninguno de esos países se haya producido un aumento en las matriculaciones de coches eléctricos, que es la gran apuesta marcada desde Bruselas.
No en vano, este 2025 –explica García– va a ser «un año muy complejo». Porque además de las tensiones geopolíticas –entre ellas, los aranceles desde EE UU que, asegura, «no nos afectan porque ni fabricamos ni vendemos»– los últimos meses han sido «raros» debido a la entrada en vigor de la normativa de reducción de emisiones (CAFE por sus siglas en inglés) «que nos obliga a cumplir objetivos y veremos como se comporta la demanda». Un factor «que va por oleadas», cuya evolución es «impredecible», destaca el ‘dircom’ de Anfac.
Eso sí deja claro que este ejercicio 2025 «no va a ser un año normal» y, concluye, «si repetimos los datos de ventas del año pasado nos damos con un canto en los dientes» Una confirmación de que el horizonte automovilístico en los puertos españoles no apunta a ser positivo.
Puertos evaluará la tensión geopolítica desde un congreso en València
València será sede en noviembre del primer Congreso del Sector Portuario, encuentro organizado por Puertos del Estado en colaboración con la Autoridad Portuaria de Valencia que nace –según explican desde el organismo nacional– ante la «necesidad de aglutinar en un único foro global todos los temas que marcan la agenda del sector logístico-portuario en un momento de cambio e incertidumbre a nivel geopolítico y del comercio internacional».
En concreto, la cita se realizará durante tres días –del 4 al 6 de noviembre– y está previsto que en ellos se celebren mesas redondas y conferencias con ponentes nacionales e internacionales, además de contar con la presencia de Autoridades Portuarias, Administraciones públicas, empresas de logística y transporte marítimo, operadores portuarios o universidades, entre otros. Todo, buscando «debatir sobre los retos del sector en áreas como innovación tecnológica, sostenibilidad, nuevas tendencias en logística…». Al respecto, sobre la mesa estarán asuntos como la necesidad de explorar nuevos modelos de negocio y de inversión en el sector; el fomento de la colaboración público-privada o cómo abordar la descarbonización y la sostenibilidad en las infraestructuras portuarias.