El secretario de Estado reafirmó el respaldo total a Israel en una llamada con Netanyahu, centrada en los rehenes y las operaciones en Gaza.
Rubio garantiza respaldo incondicional a ofensiva de Israel en Gaza
Durante una conversación telefónica este domingo 23 de marzo de 2025, Marco Rubio reafirmó el respaldo total de Estados Unidos a las acciones militares israelíes en Gaza. El secretario de Estado dialogó con Benjamin Netanyahu sobre la situación actual, enfocándose en los intentos por recuperar a los rehenes retenidos por Hamás desde el colapso de la tregua el 18 de marzo. La portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, indicó que Rubio reiteró la prioridad de liberar a los cautivos.
Desde el punto de vista estadounidense, Rubio también trató la situación en el mar Rojo, donde Washington ha intensificado operaciones contra los hutíes respaldados por Irán. Bruce explicó que el secretario de Estado dejó clara la intención del gobierno de Trump de garantizar la libertad de navegación en esa región estratégica, tras los ataques a embarcaciones aliados de Hamás.
La oficina del primer ministro israelí confirmó que la llamada abordó “los desarrollos regionales”. Según un comunicado oficial emitido en Jerusalén, Rubio transmitió “el apoyo inquebrantable de EE. UU. a Israel y su política”, alineándose con la postura sostenida por la administración actual.
Este respaldo explícito se produjo solo cuatro días después del ataque sorpresa lanzado por Israel el 19 de marzo contra posiciones de Hamás, tras el rechazo del grupo a la propuesta de extender la tregua. La iniciativa del enviado estadounidense Steve Witkoff fue desestimada por Hamás, al exigir el retiro total de las FDI. Ante esto, Netanyahu ordenó una ofensiva que, según las FDI, ha causado la muerte de al menos 47 combatientes del grupo terrorista, incluidos Ahmad Salman ‘Awj Shimali y Jamil Omar Jamil Wadiya.
Apoyo militar y postura de la administración Trump frente a Hamás
- Marco Rubio reafirmó en la llamada el respaldo total de EE. UU. a Israel y sus operaciones militares.
- La conversación abordó la liberación de rehenes y las acciones en curso contra Hamás.
- EE. UU. busca restaurar la libertad de navegación en el mar Rojo, amenazada por ataques de los hutíes.
- 47 combatientes de Hamás han muerto tras el reinicio de la ofensiva israelí en Gaza.
- La administración Trump ha aprobado nuevos envíos de armamento y sistemas de defensa a Israel.
Casa Blanca defiende ofensiva israelí y rechaza condiciones de tregua
Desde Washington, la secretaria de prensa Karoline Leavitt aseguró el jueves 20 de marzo que el presidente Trump respalda completamente el ataque contra Gaza. La funcionaria afirmó que la operación se justificó por la negativa de Hamás a liberar a todos los rehenes y a aceptar la extensión de la tregua propuesta.
Ese mismo día, el asesor de Seguridad Nacional Mike Waltz declaró en su cuenta de X que “Israel tiene todo el derecho de defenderse de los terroristas de Hamás”. Añadió que la continuación del alto el fuego dependía únicamente de la liberación de los secuestrados, algo que Hamás rechazó.
Las posturas de Leavitt y Waltz reflejan el enfoque actual de la Casa Blanca, que se aleja de advertencias o críticas y opta por un respaldo explícito y directo a las decisiones militares israelíes. El gobierno de Trump ha dejado en claro que considera legítima cualquier acción encaminada a eliminar a Hamás.
El contexto de esta ofensiva incluye el colapso del alto el fuego iniciado en enero, que había permitido una relativa calma temporal. La negativa de Hamás a mantener esa tregua condujo a la reanudación de hostilidades y a una escalada que la Casa Blanca ha respaldado sin reservas.
Diferencias entre las políticas exteriores de Trump y Biden
En contraste con la administración actual, el gobierno de Joe Biden condicionó su apoyo a Israel con críticas públicas. En abril de 2024, Biden amenazó con reevaluar la relación bilateral tras un bombardeo que mató a trabajadores humanitarios. Luego, el 25 de marzo, EE. UU. se abstuvo en una votación del Consejo de Seguridad que pedía un alto el fuego, provocando la desaprobación de Netanyahu.
Durante su mandato, Biden delegó en Linda Thomas-Greenfield la defensa de esta línea en la ONU. La funcionaria cuestionó en varias ocasiones la legitimidad de las operaciones israelíes, calificando la ofensiva en Rafah como “desproporcionada” y exigiendo pausas humanitarias que Israel rechazó. Este enfoque fue interpretado en Jerusalén como un intento de socavar al gobierno israelí.
La Casa Blanca de Biden también apoyó posturas críticas internas hacia Netanyahu, como el discurso del senador Chuck Schumer, quien lo definió como un obstáculo para la paz. Estas posiciones evidenciaron una tensión que marcó el deterioro de la relación entre ambos gobiernos.
La estrategia de Biden priorizó el equilibrio entre el apoyo a Israel y la presión diplomática para evitar más víctimas civiles. Esta política contrastó con la actual, que ha eliminado condicionamientos y respalda todas las acciones israelíes sin cuestionamientos.
Administración Trump acelera apoyo militar y condena a Irán
Bajo el actual mandato, Estados Unidos ha intensificado el envío de ayuda militar a Israel desde el 18 de marzo. Municiones y sistemas de defensa aérea por miles de millones de dólares han sido despachados, según reportes de Voz.us. La administración ha dejado claro que no impondrá restricciones a estas transferencias.
Elise Stefanik, embajadora de EE. UU. ante la ONU, defendió esta política ante la comunidad internacional. Criticó lo que consideró resoluciones “antiisraelíes” y prometió bloquear cualquier propuesta de alto el fuego que no garantice la seguridad israelí.
Por su parte, Rubio también abordó la amenaza que representa Irán durante la llamada con Netanyahu. Este enfoque coincide con su historial como senador, donde promovió políticas contra la influencia iraní en la región. En publicaciones recientes, el secretario ha evitado referirse a los palestinos y se ha enfocado exclusivamente en Teherán.
Las declaraciones de Trump también han reflejado esta línea. El 6 de marzo, amenazó con “aniquilar a Hamás” si no liberaba a los rehenes, y prometió suministrar a Israel todo lo necesario para “terminar el trabajo”. Con esta postura, la administración actual ha consolidado un respaldo absoluto a la estrategia israelí en Gaza.
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