Israel ataca el Líbano y reabre un segundo frente en la guerra tras cuatro meses de alto el fuego con Hezbolá

La paz entre Israel y el Líbano está en peligro y la misión de paz de Naciones Unidas (FINUL) lo confirma. El organismo de la ONU hizo saltar las alarmas el sábado tras la escalada producida en el sur del país árabe, instando a las partes a que eviten poner en peligro el alto el fuego alcanzado a finales de noviembre. «Cualquier nueva escalada podría tener graves consecuencias para la región», advirtieron.

«La FINUL sigue alarmada por la posible escalada de violencia tras la detección de cuatro proyectiles lanzados alrededor de las 7:30 horas desde el Líbano hacia Israel en las cercanías de Metula, desencadenando una respuesta inmediata de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI)», dijo en un comunicado. Se trata de los primeros ataques desde el alto el fuego del 27 de noviembre.

Israel lanzó una campaña de bombardeos contra varias localidades del sur del Líbano poco después de anunciar que sus defensas habían interceptado tres lanzamientos de proyectiles desde el sur país vecino. Horas más tarde, las FDI lanzaron una segunda oleada «contra centros de mando de Hezbolá, infraestructuras, terroristas, lanzacohetes y un almacén de armas en el Líbano».


El humo se eleva desde Taibeh (Líbano) tras los ataques israelíes.

Reuters

Tras varios meses de escalada en 2024, que incluyó intensos ataques aéreos israelíes contra varias partes del Líbano y la entrada de tropas terrestres por la frontera sur, Hezbolá e Israel firmaron un acuerdo de alto al fuego que entró en vigor el pasado 27 de noviembre por un período de 60 días, pero el pacto expiró el 26 de enero.

La tregua posteriormente se prorrogó hasta el 18 de febrero, cuando las tropas israelíes se retiraron de casi todos los territorios que había ocupado en el sur del país, si bien el Ejército de Israel mantiene presencia en cinco colinas dentro del Líbano -contraviniendo los acuerdos-, además de continuar atacando puntualmente objetivos vinculados al grupo chií.

Fin del alto el fuego

Recién entrada la tarde (hora local), al menos siete personas murieron y otras cuarenta resultaron heridas fruto de los ataques israelíes en el Líbano como respuesta a los lanzamientos de proyectiles desde el sur del país árabe contra Israel -ataques que Hezbolá niega ser autor y que ninguna otra organización se adjudica-.

Según el Ministerio de Sanidad libanés, el ataque más mortífero tuvo lugar en la ciudad de Tulin, «donde cinco personas murieron, entre ellas una niña, y 11 resultaron heridas, incluidos dos niños«. Además de Tulin, NNA reportó bombardeos israelíes en localidades como Al Jabur, Mlita, Kfar Kila y Sajd, así como en ciudades como Tiro, Harfa y Al Jbeen.

Por su parte, el presidente del Líbano, Joseph Aoun, condenó la ofensiva iniciada en su país contra el país vecino considerando que «intentan llevar al Líbano nuevamente a un ciclo de violencia». Aoun además los consideró como «un ataque persistente contra el Líbano y un golpe a su proyecto de rescate, sobre el cual los libaneses han acordado por unanimidad».

Por estos motivos, como medida de defensa a su propio Estado, el presidente llamó a todas las «fuerzas pertinentes en el sur del Líbano» así como «al Ejército, a monitorear los acontecimientos con la máxima seriedad para evitar cualquier repercusión y frenar cualquier violación o negligencia que pudiera amenazar al país en estas circunstancias críticas».

Hezbolá se desvincula

El grupo chií se desvinculó del lanzamiento de proyectiles negando «cualquier implicación en el ataque a los territorios palestinos ocupados (Israel)», dijo la formación proiraní en un comunicado en Telegram.

Consideró que «las acusaciones del enemigo israelí son pretextos para justificar sus continuos ataques contra el Líbano, que no han cesado desde que se anunció el alto el fuego» pactado por ambas partes el pasado noviembre.

En el comunicado, Hezbolá afirmó que el grupo «reitera su compromiso con el acuerdo de alto el fuego», y que «apoya al Estado libanés al abordar esta peligrosa escalada sionista contra el Líbano».

«Situación frágil»

«Instamos encarecidamente a todas las partes a que eviten poner en peligro los avances logrados, especialmente, cuando la vida de civiles y la frágil estabilidad observada en los últimos meses están en riesgo», recalcó la FINUL en el comunicado.

«La situación sigue siendo extremadamente frágil», advirtió, y alentó «a ambas partes a cumplir con sus compromisos», y aseguró que «las fuerzas de la FINUL permanecen en todas sus posiciones» en el sur libanés.

El presidente del Líbano, Joseph Aoun, condenó el lanzamiento de proyectiles sobre Israel, al considerar que arrastraría al país árabe a un «nuevo ciclo de violencia», y pidió investigar «lo sucedido».

Ningún grupo ha asumido la autoría de esos nuevos lanzamientos, que fueron seguidos por «disparos artilleros israelíes» y «operaciones de rastreo a gran escala, con ametralladoras» hacia varias localidades del sur del Líbano, según la agencia nacional de noticias libanesa, NNA.

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