Boeing presentó el F-47, su caza de sexta generación, que supera en sigilo y tecnología a los modelos F-22 y F-35 de Lockheed Martin.
El F-47 establece un nuevo estándar de invisibilidad táctica
El F-47, desarrollado por Boeing como parte del programa Next Generation Air Dominance (NGAD), se posiciona como un avance decisivo en la aviación militar estadounidense. Anunciado oficialmente el 21 de marzo desde la Casa Blanca por el presidente Donald Trump, este nuevo caza reemplazará a los modelos anteriores de Lockheed Martin. Estados Unidos busca así mantener su superioridad aérea global con un avión capaz de evadir los sistemas de defensa más avanzados.
A diferencia de modelos previos como el F-22 Raptor y el F-35 Lightning II, el F-47 fue diseñado para enfrentar entornos A2/AD, como los del Indo-Pacífico, donde las amenazas por radar y misiles son persistentes. Su estructura incorpora tecnologías que lo hacen casi invisible, no solo ante radares activos, sino también frente a sensores pasivos y térmicos, lo que amplía su campo de acción sin comprometer su seguridad.
Según publicaciones especializadas como The Aviationist y Air and Space Forces Magazine, el F-47 elimina superficies de control convencionales para minimizar su sección transversal de radar (RCS). Esto le permite reducir su firma a niveles inferiores al ya notable 0.0001 m² del F-22, mediante materiales compuestos absorbentes y un recubrimiento avanzado que también disminuye sus emisiones térmicas.
En palabras del general David Allvin, jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, “este no es solo un avión furtivo; es un sistema que redefine lo que significa ser invisible en el campo de batalla”.
El diseño integral del F-47 lo distingue del F-35 y el F-22

Con un contrato superior a 20 mil millones de dólares, Boeing desplaza a Lockheed Martin, que lideró la quinta generación con el F-22 y F-35. La propuesta del F-47 incorpora una visión integral de sigilo, que no se limita al frente del avión como en modelos anteriores, sino que abarca una furtividad multiespectral respaldada por contramedidas electrónicas y sensores de última generación.
Publicaciones como Defense Daily destacan que este nuevo modelo incluye medidas defensivas para protegerse de ataques laterales o traseros, superando así las limitaciones de sus predecesores. Mientras el F-35 compromete su sigilo al portar armamento externo y el F-22 carece de capacidad colaborativa con drones, el F-47 integra estos elementos como parte central de su diseño operativo.
El F-47 también apuesta por la interoperabilidad con aeronaves no tripuladas, lo que le otorga una flexibilidad inédita en combate. Estas características lo convierten en un sistema aéreo adaptado a los retos del futuro, capaz de operar en misiones de largo alcance sin comprometer su capacidad de evasión ante defensas enemigas.
Por primera vez, un caza estadounidense podrá mantener el sigilo en un espectro completo de amenazas, reforzando su ventaja en escenarios como el Indo-Pacífico, donde China despliega tecnologías de detección cada vez más sofisticadas.
Aspectos clave sobre el F-47 de Boeing y su ventaja táctica
- Presentación oficial: 21 de marzo desde la Casa Blanca, por el presidente Donald Trump.
- Contratista seleccionado: Boeing, tras cinco años de pruebas bajo el programa NGAD.
- Firma de radar (RCS): Potencialmente inferior a 0.0001 m², superando al F-22.
- Colaboración con drones: Integra aeronaves no tripuladas tipo CCA mediante inteligencia artificial.
- Entrada en servicio prevista: Antes de 2030, con primer vuelo programado para 2029.
China avanza en sigilo, pero aún no iguala al F-47
China reveló en 2024 dos prototipos furtivos como parte de su intento por competir en la sexta generación de cazas. El Chengdu J-36 y un modelo sin nombre de Shenyang incluyen configuraciones sin cola, similares al concepto del F-47, lo que apunta a una reducción de su sección de radar. Estas aeronaves también aplican materiales absorbentes y diseños que disminuyen su firma térmica.

Según The War Zone, el J-36 utiliza alas tipo delta y un fuselaje optimizado para reducir la detección, mientras que expertos chinos citados por Army Recognition señalan una “reducción exponencial de la firma” en ambos prototipos. A pesar de estas afirmaciones, no existen pruebas de su efectividad en condiciones operativas reales.
Durante 2022, el general Mark D. Kelly indicó que China adopta un modelo de “sistema de sistemas”, con integración de drones y sensores avanzados. Sin embargo, aún no alcanza la madurez técnica del F-47, cuya experimentación comenzó en 2020 mediante los X-planes de Boeing.
En términos de despliegue operativo y validación tecnológica, los cazas chinos continúan rezagados frente al F-47, especialmente en capacidades de red y control conjunto con sistemas no tripulados.
Rusia se estanca en el desarrollo de tecnología furtiva
En contraste con Estados Unidos y China, Rusia muestra avances limitados en la aviación de sexta generación. El MiG-41, parte del proyecto PAK DP, ha sido promovido desde 2013 como un caza hipersónico, pero no se ha construido un prototipo funcional. Las afirmaciones sobre su capacidad Mach 4+ y armamento láser no tienen respaldo técnico.
Expertos como Brent Eastwood, citado por 19FortyFive, consideran que el MiG-41 “es más propaganda que realidad”. Actualmente, Rusia solo dispone del Su-57 como avión de quinta generación, aunque con un perfil de sigilo inferior al de sus equivalentes estadounidenses y chinos.
Las sanciones impuestas tras la guerra en Ucrania han afectado la producción aeronáutica rusa, complicando aún más el desarrollo de proyectos avanzados. Esto aleja la posibilidad de que el país compita con modelos como el F-47 antes de 2040.
La limitada inversión y los problemas estructurales en la industria rusa reducen significativamente su capacidad de innovar frente a los avances de Boeing y sus aliados internacionales.
Europa proyecta avances, pero aún está en fase conceptual
El programa europeo Tempest, parte del Global Combat Air Programme (GCAP), busca ofrecer una alternativa furtiva a partir de 2035. Desarrollado por Reino Unido, Italia y Japón, el caza será liderado por BAE Systems e incluirá sensores distribuidos y un diseño que prioriza la baja detectabilidad.

Sin embargo, EurAsian Times señala que su desarrollo se encuentra en una etapa conceptual. No se han confirmado vuelos de prueba ni se han revelado datos sobre su efectividad en entornos reales. El programa aún debe demostrar su capacidad para competir con la madurez tecnológica del F-47.
Aunque el GCAP plantea ambiciones importantes en materia de sigilo, su falta de resultados prácticos limita, por ahora, su posición frente a Estados Unidos y su caza de sexta generación ya seleccionado para producción.
El F-47 se perfila como el modelo más avanzado a corto plazo, no solo por su diseño furtivo, sino también por su integración en sistemas operativos de red y control aéreo compartido, algo que Europa aún no ha validado de manera efectiva.
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