Investigar, difundir y divulgar el folclore, las tradiciones, las costumbres y la etnografía de la comarca de Los Valles de Benavente, son los objetivos con los que hace ya una década se puso en marcha la Asociación Cultural Son de Los Valles.
“En este tiempo hemos hecho, en primer lugar, mucho trabajo de investigación y trabajo de campo, yendo a los pueblos de la comarca de Los Valles de Benavente e incluso a comarcas limítrofes. Comarcas como, por ejemplo, a Tierra de Campos también de la que estamos muy cerca y muchos tenemos”, explica Ángel Trilla, presidente de Son de Los Valles.
Son de Los Valles, asociación etnográfica y cultural de Benavente. / Eva Ponte / LZA
Esta labor fundamental en la preservación y promoción del patrimonio cultural de la comarca de Los Valles de Benavente ha llevado a Son de Los Valles a poner en valor la identidad de la zona en materia de música y bailes, así como indumentaria tradicional. Su labor de documentar el folclore y las tradiciones locales, le ha llevado a reconocer que, más allá de las fronteras administrativas, el patrimonio cultural está en constante intercambio. De modo que se comparten tradiciones con esa zona de Tierra de Campos pero, sobre todo, con pueblos del sur de la provincia de León. Reconoce Trilla, no obstante, que “somos una comarca plenamente identificativa, con rasgos muy personales y propios”.
En este sentido, hace hincapié en aspectos como los instrumentos tradicionales, con los que se toca en esta comarca de Los Valles. “Aquí predomina la dulzaina, pero antiguamente también hubo flauta y tamboril, y en lugares más próximos a otras zonas, como La Carballera, la gaita. Pero, sobre todo, la dulzaina, que es la que predomina en casi todo el folclore”, añade. Y los bailes tradicionales son principalmente jotas y corridos.

Son de Los Valles, asociación etnográfica y cultural de Benavente. / Eva Ponte / LZA
Aula de indumentaria
Más aspectos de carácter tradicional. Son de Los Valles es la encargada de dirigir el aula de indumentaria tradicional de la Escuela de Folklore de Benavente, en que participan unas quince personas, y cuenta con un taller donde confeccionan todo tipo de indumentaria. “Reproducimos, restauramos, confeccionamos piezas nuevas, o sea, un poquito para compensar este vacío que hay ya que, ahora mismo, en nuestra comarca prácticamente no lo hace nadie”, asegura Trilla.
En el taller la asociación dispone de una sección que confecciona piezas que se pueden adquirir en ferias. “Realizamos pañuelos, mantones, medias y tenemos reproducciones de joyería”.

Son de Los Valles, asociación etnográfica y cultural de Benavente. / EVA PONTE / LZA
Ángel explica que en la comarca de Los Valles, en materia de indumentaria es muy identificativo la técnica del picado, “ese recorte cosido encima de otro tipo de tejido, el picado normalmente en negro, casi siempre, sobre fondo verde, rojo, sobre fondo amarillo o naranja, incluso. Pero lo que más nos identifica es el traje del fondo del paño amarillo con el picado negro, eso es muy propio de aquí”. Las faldas son rodaos y se utiliza para cubrir el cuerpo el dengue. “Aquí se combinaban varias prendas, pero sí que más identificativo es el dengue, una prenda más arcaica. También mantones o pañuelos de hombro, hay muchísimos. Y en Los Valles la mujer llevaba pañuelo en la cabeza”.
La joyería tradicional y hasta los zapatos hechos a mano, son otros aspectos en los que Son de Los Valles trabaja habitualmente.

Son de Los Valles, asociación etnográfica y cultural de Benavente. / EVA PONTE / LZA
Recuperación de costumbres
Su trabajo de investigación va más allá de la recopilación de música, bailes e indumentaria tradicionales y son artífices de la recuperación de costumbres que han sido parte integral de la identidad de esta zona. Uno de los ejemplos más emblemáticos de esta labor es la recuperación del «canto de ramos», una tradición que no solo se asocia a la Navidad, sino a otras festividades y celebraciones de la comarca.
La labor de investigación es ardua al tener en cuenta que hoy en día queda muy poquita gente informante. “Son personas mayores las que pueden contar cosas, pero, a medida que van falleciendo, muchos de esos conocimientos se van perdiendo», comenta. La asociación se enfrenta a la última oportunidad para recuperar estas tradiciones antes de que se desvanezcan por completo.
A pesar de los retos, “todavía tenemos algo de suerte, porque estamos recogiendo lo último de esa generación que se está marchando y representa una valiosa oportunidad para salvar lo que queda de estas tradiciones antes de que desaparezcan definitivamente”.