Osama Tabash, alto comandante de Hamás en el sur de Gaza, murió el jueves 20 de marzo en un ataque aéreo israelí. Las Fuerzas de Defensa de Israel y el Shin Bet confirmaron su eliminación tras verificar con inteligencia de alta precisión. Tabash dirigía la unidad de vigilancia y objetivos de Hamás, una estructura clave en la estrategia terrorista del grupo.
Veterano dentro de la organización, acumulaba décadas de participación en operaciones armadas. Entre sus antecedentes destaca su rol en el atentado suicida de 2005 en el cruce de Gush Katif, que causó la muerte del agente del Shin Bet, Oded Sharon. Como comandante de batallón en la Brigada Jan Yunis, combinó funciones estratégicas y operativas, consolidando su influencia en la jerarquía de Hamás.
Durante la ofensiva del 7 de octubre de 2023, planificó las rutas de infiltración que permitieron el ataque sorpresa en Israel, con un saldo de 1,200 muertos y más de 240 secuestrados. Su unidad recopilaba imágenes e información para seleccionar objetivos militares y civiles tanto en Gaza como en Israel. Tras el estallido de la guerra, encabezó misiones para vigilar las operaciones israelíes y coordinar ataques contra sus fuerzas.
Durante el último año, impulsó la reconstrucción de las capacidades militares de Hamás, gravemente afectadas por más de un año de combates. Estas acciones lo convirtieron en uno de los blancos principales de la actual campaña militar israelí.
Israel elimina mandos de Hamás

La ofensiva aérea que mató a Osama Tabash se enmarca en una campaña más amplia de Israel contra líderes de Hamás tras el colapso del alto el fuego el 18 de marzo. En solo tres días, las FDI han abatido a varias figuras clave del grupo. Ayman Atsalih, comandante local en Jan Yunis, murió el mismo jueves que Tabash. Dos días antes, un bombardeo acabó con la vida de Rashid Jahjuh, jefe de las Fuerzas de Seguridad general de Hamás, según informes de medios israelíes y publicaciones en X.
Israel ha mantenido una estrategia sostenida de asesinatos selectivos desde el inicio de la guerra. Entre los líderes eliminados están Mohammed Deif, máximo responsable militar de las Brigadas Al-Qassam, muerto en julio de 2024, y Yahya Sinwar, jefe general del grupo en Gaza, abatido en octubre del mismo año. La nueva serie de ataques responde al resurgimiento de la guerra, con las FDI centradas en comandantes operativos que buscan rearticular la estructura de Hamás en medio del caos.
Durante los dos meses que duró el alto el fuego, se logró una pausa significativa en los combates. El acuerdo, activo desde el 19 de enero de 2025, permitió la liberación de 33 rehenes por parte de Hamás, entre ellos cuerpos y sobrevivientes, a cambio de 2,000 terroristas palestinos presos. Israel, a su vez, facilitó el ingreso limitado de ayuda humanitaria. Las negociaciones, impulsadas por Qatar, Egipto y Estados Unidos, intentaron extender la tregua hacia una solución más duradera que incluyera la liberación de los 59 rehenes restantes y el repliegue gradual de las tropas israelíes.
El proceso se interrumpió cuando Hamás presentó condiciones que Israel rechazó por completo. Entre sus exigencias figuraban el fin inmediato de las acciones militares, la retirada total de las FDI de Gaza y la excarcelación de miles de terroristas, incluidos autores de atentados mortales. Osama Hamdan, vocero del grupo en Beirut, declaró el 15 de marzo que no se liberarían más rehenes sin estas garantías, al tiempo que acusó a Israel de romper los términos al reanudar los ataques antes del plazo estipulado.
El 18 de marzo, tras rechazar una propuesta del presidente Donald Trump que exigía la entrega inmediata de todos los rehenes bajo amenaza de represalias, Israel reanudó su ofensiva con una jornada de ataques que dejó más de 400 muertos en Gaza, según datos del Ministerio de Salud local. La Casa Blanca, a través de su portavoz Karoline Leavitt, expresó el 20 de marzo su respaldo total a Israel, responsabilizando a Hamás por el nuevo estallido de la guerra.
Netanyahu reafirma ofensiva total y amenaza con anexar partes de Gaza

Con el reinicio de la guerra, Israel ha intensificado su objetivo de eliminar por completo a Hamás como actor militar y político. El primer ministro Benjamin Netanyahu declaró el 18 de marzo que no habrá cese de hostilidades hasta destruir a Hamás y recuperar a todos los rehenes. Esta promesa se refleja en la ofensiva actual, que incluye el despliegue de la División 252 y la 188ª Brigada Blindada en Beit Lahiya. Allí, las FDI destruyeron 40 objetivos, entre ellos túneles y arsenales, antes de avanzar hacia la costa norte, según su comunicado oficial.
Desde el Ministerio de Defensa, Israel Katz emitió el 20 de marzo una advertencia con implicaciones territoriales. Si Hamás no libera a los secuestrados, Israel procederá a anexar zonas estratégicas de Gaza para establecer “zonas de seguridad permanentes”. El funcionario ordenó a las FDI que preparen planes para tomar más territorio y desplacen a la población civil hacia el sur, aumentando así la presión militar sobre la cúpula del grupo.
La reciente eliminación de Osama Tabash, junto con otros altos mandos, confirma el avance israelí en la desarticulación de la red de Hamás. El arsenal de cohetes del grupo se ha reducido drásticamente, pasando de 30,000 en 2023 a menos del 20% en la actualidad, según cifras de las FDI. Pese a este debilitamiento, la intransigencia de Hamás frente a las negociaciones ha impedido poner fin al conflicto.
La entrada Israel elimina al jefe de inteligencia militar de Hamás en Gaza se publicó primero en Noticias de Israel.