«Soy un tio muy duro, llevo tres días encerrado en casa sin parar de meterme perico y estoy empezando a rayarme. Voy a bajar con mi Kalashnikov y me voy a cepillar a (…) y (…) me la pelan. Estoy muy loco, estoy loquísimo» suena otra de las canciones a ritmo de funky.
Cita a los principales y se mofa de ellos
Y así, al menos seis temas más, en los que se va citando, uno a uno, a los principales narcos valencianos , los que son y los que han sido. Serían ‘narcocorridos’ si saliesen bien parados, como los que se escuchan con tremenda pasión en el norte de México, pero es justo lo contrario. Las letras de estas canciones son burlonas y abiertamente insultantes y críticas para sus protagonistas, pero no por su actividad delictiva, sino por lo que les atribuyen: chivatazos de unos a otros a la policía, consumo de alcohol, tusi y cocaína, deslealtad, robos de grandes cantidades de cocaína, despilfarro sin cabeza de los pingües beneficios obtenidos… La intención, en apariencia, es no dejar títere con cabeza. Y está empezando a surtir efecto.
Pero, ¿en qué se ha inspirado quien ha decidido poner en marcha este ventilador? En un audio grabado a escondidas a un traficante confeso que, en apariencia, no formaría parte de la primera fila y en el que, a lo largo de seis largos minutos, se le escucha fantasear con «reventar València» o «coger un Kalashnikov y cepillarme» a media docena de los primeras espadas del narco valenciano, a quienes va citando uno a uno por su nombre o por el alias y a los que se refiere como «perras» y «chivatas».
Aunque en todas las canciones se identifica al supuesto autor del audio con nombre y localidad de procedencia , no está nada claro si se trata de esa persona o no. Lo cierto es que en el audio se percibe que, en el momento en que fue grabado, dentro de un coche en marcha, estaba bajo la influencia del abuso de drogas y alcohol. Tampoco está claro de cuándo es el audio. Lo único cierto es que ha sido la excusa para el montaje de las ‘narcocanciones’ con IA, cuya difusión, a partir de mediados de la semana pasada, ha soliviantado los ánimos de los mencionados en esa peculiar lista musical.
¿Venganza? ¿Simple burla? ¿Denuncia?
«Soy dios. No paro de esnifar. Llevo días sin dormir y tengo la cabeza que me va a estallar. Estoy aquí, empericado , limpiando mi fusil, que en breve me voy a buscar a (…) y me los voy a cepillar. Me van a hacer falta muchas balas para la carnicería que voy a hacer», dice la letra de otra de las canciones que resuena a pasodoble y pachanga.
El origen es ese audio, pero, ¿por qué ahora? ¿Cuál es la pretensión? La mayoría de las fuentes consultadas por Levante-EMV sostienen que es una simple broma , aunque, al parecer, los citados en esas canciones no comparten esa interpretación. Hay quien cree que alguien trata de vengar un supuesto robo de mil kilos de cocaína (sería la primera vez que algo así se salda con un ataque a la fama y no a la integridad física) que se habría producido en diciembre pasado, en el Puerto de València, y quien sostiene que «alguien intenta mover el avispero» con una finalidad aún por descubrir.
Lo cierto es que lo que para unos es una sandez insignificante, para otros es un tremendo paso en falso, tanto para quien fue grabado amenazando a gritos (en la intimidad de su coche, eso sí) con matar a media docena larga de narcos por haberle dejado tirado pese a su lealtad, como para quien ha utilizado ese desliz para mofarse de todos ellos. Aunque la intención fuera solo hacerse unas risas, porque ninguno de los temas musicales da puntada sin hilo y quien pidió a la IA que las crease le dio información que solo alguien de muy dentro puede conocer .