La NBA es una de las competiciones con más carisma del mundo. Es mucho más que un simple deporte. Una de las partes más fundamentales de la cultura del baloncesto desde siempre han sido los apodos. Estos han servido para resaltar las habilidades, la personalidad o la historia de los jugadores.
Desde apodos icónicos como «Air Jordan», que remarcaba el dominio de Michael Jordan en el aire, hasta «The Black Mamba», que refleja la mentalidad letal de Kobe Bryant. Todos estos nombres van más allá de simples etiquetas. Son símbolos de identidad y legado. A lo largo de la historia, los motes han ayudado a construir narrativas memorables y a fortalecer la conexión entre jugadores y aficionados, dejando una huella imborrable en la historia del deporte.
El dilema de Aldama
Santi Aldama está viviendo su mejor temporada en la NBA con los Memphis Grizzlies, promediando 12.7 puntos, 6.6 rebotes y 2.8 asistencias por partido. Su crecimiento ha llamado la atención en redes sociales, donde ha sido incluido en una tendencia de las redes sociales que asigna apodos filosóficos a jugadores de la liga. En este contexto, Aldama ha sido apodado como «The Trolley Problem» (‘El dilema de la vagoneta’ en español). Este apodo hace referencia al famoso dilema ético sobre tomar decisiones difíciles o imposibles.
Esta moda comenzó con Jayson Tatum («The Anomaly») y se ha extendido a otros jugadores como Cade Cunningham («The Paradox») o el propio Aldama.
¿Por qué este mote?
Santi Aldama no es un «problema» en el sentido negativo. Su versatilidad y talento pueden representar un dilema para su entrenador, Taylor Jenkins, a la hora de asignarle un rol específico en los Memphis Grizzlies. Su capacidad para jugar tanto de ala-pívot como de pívot, su buena mano desde el perímetro y su movilidad para un jugador de su tamaño le permiten encajar en diferentes esquemas tácticos. Sin embargo, esto también plantea desafíos, ya que el equipo debe decidir cómo maximizar su impacto en una plantilla con jugadores establecidos en su posición, como Jaren Jackson Jr. y otros interiores. En este sentido, el «problema» radica en cómo aprovechar mejor su talento sin afectar la dinámica del equipo. Esta es la razón del ya conocido dilema de Santi Aldama.