La competencia por conseguir alquilar una vivienda en Zaragoza y en Aragón, así como en el resto de España, se ha recrudecido hasta niveles insospechados en el último lustro. La pandemia marcó un antes y un después para la economía y las diferentes administraciones andan en búsqueda de soluciones para mitigar un problema que, con los datos en la mano, está lejos de remitir. Así lo demuestran las últimas cifras publicadas por uno de los portales inmobiliarios de referencia, Idealista, que en su análisis trimestral destaca cómo, solo en la capital aragonesa, en el último trimestre de 2024 una media de 49 familias optaban a conseguir arrendar el mismo piso en cuanto salía el anuncio.
Un dato que, en frío, ya dice mucho, pero que se maximiza si se compara con esa misma secuencia temporal en 2019. Entonces, eran seis las familias o particulares que competían por cada anuncio. Es decir, se ha multiplicado por ocho. De hecho, Zaragoza ya está entre las cinco capitales de provincia donde más ha incrementado la demanda. Sube un puesto respecto al tercer trimestre del pasado año, cuando se colocaba en sexto lugar con 45 familias por anuncio.
En estos momentos, Vitoria es la ciudad que encabeza el ranquin, con 108 familias interesadas en cada vivienda, seguida de Guadalajara (83 familias), Pamplona (61 familias) y Barcelona (54 familias). Después, ya aparece Zaragoza con sus 49 familias.
En comparación con la media nacional, la capital aragonesa ha visto como se intensificaban las disputas a un ritmo dos veces superior. Tanto es así que en 2019, Zaragoza estaba por debajo de la media, con seis ofertas por anuncio frente a las siete que marcaba el conjunto nacional, mientras que ahora está muy por encima, ya que en España optan a cada alquiler, de media, 30 familias, 19 menos que en la ciudad maña. Esto supone, obviamente, que el problema de la vivienda se nota de forma más diferenciada aquí que en otras provincias.
Curiosamente, también en Aragón, los casos de Huesca y Teruel son paradigmáticos de la situación del mercado inmobiliario en la comunidad y en el país. En la capital oscense, en el cuarto trimestre de 2019 una media de cinco familias llamaban a la puerta de cada casa que salía al mercado. Ahora, lo hacen 20, cuatro veces más. En Teruel, la cifra se ha multiplicado por seis, pasando de las siete de hace un lustro a las 42 actuales. Lo que sí se ha confirmado es el despegue de Zaragoza respecto a ellas, que presentaban números muy parejos antes de la pandemia y que ahora han hecho que el mercado sea casi inalcanzable para las familias zaragozanas.
Factores
Las épocas del año son otro de los factores a tener en cuenta en los cambios en la oferta y la demanda de alquileres. En el grueso de los datos apenas influyen, ya que un crecimiento tan pronunciado no escapa a ninguna temporada, pero no es lo mismo alquilar un piso en septiembre, cuando por ejemplo empiezan los cursos universitarios, que en diciembre, cuando ese sector de la población, muy proclive a vivir de alquiler, por lo general suele tener su vivienda ya arrendada.
Esta podría ser una de las razones que llevaran a un menor número de pisos ofertados y, por lo tanto, a una mayor competencia. Por ejemplo, en Zaragoza ha crecido un 9% en solo tres meses, pasando de 45 familias en octubre de 2024 a 49 a finales de año.
Desde los portales inmobiliarios no se centran en una única razón y analizan algunas de las características de los procesos de selección de inquilinos. Entre ellos, Idealista señala factores como «el nivel de ingresos, la fiabilidad y la posibilidad de recuperar la vivienda en caso de impago». Además, hace especial hincapié en las familias que han sido «expulsadas» del mercado, con perfiles cada vez más «elitistas» que ya no solo afectan a las personas más vulnerables.