La emancipación juvenil en Baleares es un hecho «casi imposible» debido al encarecimiento «insostenible» de la vivienda y a las condiciones laborales precarias, con las consecuencias que ello conlleva en la salud mental, la formación y los planes de futuro. Así lo revela el Anuario de la Juventud de las Islas Baleares 2024, que pone de manifiesto que la tasa de emancipación cayó hasta el 18% con respecto al año anterior, lo que significa que solo 2 de cada 10 jóvenes pudieron acceder a una vivienda propia en las islas.
El estudio, que ha sido presentado este jueves en Ca n’Oleo por Belén Pascual, codirectora de la publicación; Margarita De Noia, vicepresidenta del Consell de la Joventut de Baleares, y la periodista Victòria Oliveres, refleja que a finales de 2023 el alquiler medio de una vivienda anunciada en portales inmobiliarios era en las islas de 1.288 euros mensuales, «el más alto registrado en un cuarto trimestre», además, el archipiélago tenía el segundo precio de alquiler más elevado del país, solo superado por la Comunidad de Madrid.
Este importe supone un incremento del 18,4% con respecto al año anterior y equivale al 122% del salario medio neto de un ciudadano de Baleares (1.050,47 euros mensuales), lo que implica que un joven con el salario medio todavía necesitaría 237,53 euros más para poder asumir el alquiler de una vivienda.
En cuanto a la compraventa, el informe destaca que los precios sufrieron una subida del 9,7%. «Un joven con el salario medio necesitaría destinar íntegramente sus ingresos de siete años para pagar la entrada de la vivienda«, ha destacado De Noia. «No es posible hacer todo eso, somos una generación muy formada, sobrecualificada y ni así es posible llegar», ha apuntado con contundencia.
Victòria Oliveres, Belén Pascual y Margarita De Noia, este jueves en Ca n’Oleo durante la presentación del Anuario. / Nair Cuéllar
El estudio incide, además, en que aunque se consiguiera tal cantidad para adquirir un inmueble, «la hipoteca representaría el 125% de su salario neto mensual«.
Ante la fotografía de la situación de los jóvenes de las islas que realiza el anuario, el Consell de la Joventut señala que «no puede permanecer de brazos cruzados», por lo que insta a las administraciones a llevar a cabo «políticas de vivienda efectivas, que garanticen alquileres asequibles y facilidades reales para acceder a la compra» y que se combata la precariedad laboral «protegiendo los derechos del joven y asegurando salarios dignos».
«Creemos que hay un interés real del Govern balear en hacer ver que se está trabajando por los jóvenes, y es verdad que hay iniciativas, pero no llegan a todos«, ha subrayado De Noia.