Igual de útil es ponerle a un milenial un disco de Rolling Stones como ejemplo del rock and roll, que pincharle Recycled J a alguien boomer como enseña de la música urbana, percha donde igual cuelgan sonidos rap, hip hop, arembi, trap, pop o reguetón. Recycled J es Jorge Escorial Moreno (Carabanchel, Madrid, 17 de julio, 1993). Recycled J da esta semana dos conciertos en Santiago, hoy 21 de marzo (sold out) en la sala Capitol y repite ahí mismo este sábado (33 euros, ya casi agotado). En 2024 actuó en O Son do Camiño y en 2023 llenó la plaza de España de Pontevedra.
Referente de la urbana
Gira con su nuevo disco, San Jorge (Warner/Taste The Floor), que evoca las leyendas de ese caballero que mató al dragón para convertirse en icono de valentía y amor. Recycled J atiende a EL CORREO GALLEGO para hablar un álbum con colaboraciones de Maikel Delacalle, Ergo Pro o Ill Pekeño, entre otras. A sus 32 años, es un referente del rap y la urbana made in Spain.
¿En el concierto de Santiago se podrá escuchar algo de la segunda parte del proyecto ‘San Jorge’, esa que aún está por salir?
Sí, sí. En el directo de la actual gira enseñamos algunas pildoritas de esa segunda parte. Es un nuevo tracklist, un nuevo concepto, otra escenografía, un concepto más íntimo, siguiendo el estilo de los temas del disco de la primera parte… Esa segunda mitad saldrá durante este mismo año, pronto, pero aún no puedo decir cuándo.
Mitología de San Jorge y religión
¿De dónde viene ese interés por la mitología de San Jorge?
Bueno, el Jorge me viene por castigo ya… (Risas mutuas), es mi nombre… Yo vengo de una familia cristiana, nunca he sido yo muy practicante ni nada de eso, pero sí que, desde pequeño, he tenido interés por la religión como eso a lo que se agarra el ser humano ante la incertidumbre de las preguntas sin respuesta y, entonces, en mi música, como también tiene un punto muy introspectivo, muy de mirar adentro, pues, bueno, la religión también es algo que es muy así y, bueno, ese algo lo reflejo en mi vida y lo refleja mi música, así que, digamos, que hay muchos puntos en común con todo eso.
Visto así, Santiago es una ciudad muy especial…
Totalmente, Santiago es un lugar especial para hacerse preguntas… Por eso me hace tanta ilusión que el concierto de Santiago se haya convertido en una doble fecha. La primera fecha se llenó pronto y ahora estamos a punto de llenar la segunda, así que lo espero con mucho cariño. Estuve en la Capitol hace un año con la gira de Casanova, y he trabajado la zona, porque además tengo amigos por Santiago y aprovecharemos para disfrutar, no solo del trabajo, que ya es un privilegio poder disfrutar del trabajo, si no también de la gente, de la gastronomía y de todo lo que nos depare el viaje… En este show, siguiendo la temática de San Jorge, llevamos una escenografía con unos bloques de piedra con unas rocas y una espada atravesada, que es mi reinterpretación de esa espada de San Jorge con la que el santo mata al dragón y se enfrentan ese yin y ese yang y, a través del show, vamos jugando con esa dualidad de pasar por partes más pop y otras más oscuras, y aunque la línea la marca este nuevo disco, sí que vuelvo a grandes éxitos míos y además a canciones más pop.
¿Por qué las colaboraciones, el llamado ‘featuring’, se dan con más frecuencia entre artistas de urbana que en otros estilos ?
Creo que el momento en el que convergen mundos distintos es algo guay y yo, por ejemplo, con este álbum lo he tratado de hacer. He tratado de que las colaboraciones, aparte de que fuesen de gente de mi entorno, también incluyan a mucha gente con la que no había colaborado antes, y me ha gustado coger a gente que, de repente, uno es más pop, otro es más trap o reguetón, y juntarlos y llevarlos a mi mundo, siempre desde el respeto y haciéndolo con cariño. Y yo creo que pasa más en este género que en otros por cómo se dan las relaciones, ¿no? Al final, el rap es muy de la calle, muy cercano, y cuando se da una colaboración no se da porque una multinacional le diga a otra multinacional: ‘¡Juntemos a nuestros artistas!’, como pueda pasar en el pop o quizá en otros mundos como el rock, que tal vez viene más de la cultura del ensayo, de juntarte a crear las canciones de otra manera…
Recycled J recreando en su gira la iconografía de San Jorge. / Taste The Floor
¿Cómo trabaja las letras?
En el momento de crear, cuando son canciones más experimentales, rebusco entre cosas que no haya hecho para romper un poco la fórmula, y no busco tanto la letra sino que el tema transmita sin tener que decir cosas y, cuando son canciones más introspectivas, como la primera parte de este álbum, sí que busco dentro de mí algo que sea explícito, de corazón, pero tampoco tengo un método… Desde luego, cuanto más vas al estudio y cuanto más te pones la música, más probabilidades hay de que te salga algo, pero ha habido canciones con las que me he encerrado sesiones, sesiones y sesiones y no salía nada y, de repente, ha pasado algo en mi vida que ha sido un condicionante que me ha hecho escribir del tirón, como si estuviese escrito en mi cabeza ¿sabes?
Superada la década de carrera, si mañana dobla la esquina y se topa con el yo de hace 15 años, ¿qué le diría el mayor al pequeño?
¡Bufff! Romperíamos todos los esquemas… No sé… El pequeño Cool, que es como me llamaba antes, quizá nunca se hubiese esperado los logros que haya podido alcanzar como Recycled J, quizá por desconocimiento sobre la industria musical, ya que antes podía ser más purista y a la vez más inocente, y al Recycled J de hoy le diría que siga haciendo las cosas de corazón, que es lo que me ha llevado hasta aquí…
Música en la familia
¿Qué música sonaba en la infancia de su hogar?
De niño, mi padre me ponía flamenco, además me gustaba mucho Estopa… Y mi madre me ponía mucho Mecano y el pop de los años 80 y 90, así que, crecí con esa dualidad.
Para concluir la charla, ¿alguna recomendación cultural?’
En cuanto a música, Barry B, y de cine, La sustancia, que es una película que me provocó cosas, y también Nosferatu, porque me gusta todo ese rollo medieval, oscuro, tenebroso y ocultista…